El mérito corresponde a la evaluación que hacen los usuarios sobre costos, nivel de confianza y satisfacción. Para Benatar, se trata de “entender los cambios sociales, ambientales, tecnológicos, y poder aplicarlos creativamente a cada proyecto”
“Durante 30 años he descubierto que hay una relación directa entre la calidad de los espacios donde vivimos y trabajamos, con la felicidad y la productividad. Un buen diseño ayuda a mejorar el estilo de vida de sus ocupantes, por lo cual son más eficientes, tranquilos y felices, con espacios que permitan tener privacidad, así como otros para la vida en común. Con ello he logrado crear la armonía necesaria”.
Así resume su estilo Victoria Benatar, profesional egresada de la UCV (1983) con postgrado en la Universidad de Columbia (1995), cuya firma quedó ubicada entre las tres mejores de la ciudad de Nueva York en el sector “arquitectura interior”, según el último sondeo del portal especializado threebestrated.com, que promedia comentarios, críticas, nivel de confianza, satisfacción y evaluación de costos reportados por los usuarios.
Benatar creó la firma en su Caracas natal el mismo año de su graduación y desde entonces la ha expandido a Miami, Madrid y Nueva York, donde entre docenas de proyectos fue responsable de la sede local del Salón de la Fama del Rock & Roll.
Curiosamente, sus primeros instintos apuntaban hacia rumbos diferentes. “Yo quería ser bióloga, porque soy muy curiosa. Fui al examen de vocación que daban en mi colegio y el resultado demostró un alto interés en causas sociales y talento artístico. Entonces pensé que arquitectura tenía ambos componentes, y así me decidí”.
-¿Cómo se define en arquitectura “el mejor”, un concepto tan sui géneris? No hay dos espacios iguales…
-Ser “el mejor” en términos absolutos es relativo porque tiene que ver con mejorarte a ti mismo cada día y ser la mejor versión de ti mismo. Aprender y ver lo que hay a tu alrededor. Entender los cambios sociales, ambientales, tecnológicos, y poder aplicarlos creativamente a cada proyecto. Yo trabajo cada día para lograr el mejor producto posible dentro de las circunstancias.
-¿La arquitectura es arte o ciencia?
-La arquitectura es la arquitectura, se necesitan ambas partes del cerebro para ser arquitecto. Hay que ser creativo y a la vez entender y dominar la parte constructiva, de manejo de materiales, de nuevas tecnologías para construcción y representación. Los arquitectos resolvemos problemas espaciales en forma creativa.
-¿Por qué decidió especializarse en remodelación de espacios interiores?
-Comencé para entender la construcción desde una escala más accesible. También me ha ayudado a comprender a mis clientes y en general a ser mejor arquitecto. Mi interés es poder diseñar en las diferentes escalas -interior, arquitectónica y urbana-, que es la especialización por la cual me vine a Nueva York a estudiar.
En Caracas también comenzó su labor docente, misma que ha mantenido en Manhattan. “En la UCV fui preparadora en un par de clases antes de graduarme: Diseño urbano e Historia de la arquitectura. Luego trabajé en Columbia University colaborando con los entonces recién implementados estudios digitales, así como en la creación de la primera página web. Tuve la suerte de llegar a Nueva York con esa educación, que me ayudó a instalarme profesionalmente. Después me invitaron a crear los cursos digitales en Parsons The New School for Design, en donde tengo 20 años trabajando como docente en el área de representación digital para estudiantes de arquitectura y diseño interior”.
-¿Qué vale más en su profesión: la imaginación, el conocimiento, el presupuesto o la experiencia?
-Pues como en todo, la imaginación es clave porque sin ella no hay creatividad y sin creatividad no hay arquitectura. El presupuesto siempre resulta uno de los aspectos más complejos, ya sea alto o bajo. Y la experiencia ayuda a resolver los problemas más rápido y con certeza. Funciona igual como en la vida misma, porque ser arquitecto no es sólo una profesión, sino un estilo de vida.
-Cuando organiza sus propios espacios, ¿quién es más exigente: la Benatar cliente o la arquitecto?
-Somos las dos muy exigentes, eso nos lleva a la primera pregunta: ¿qué significa ser la mejor? Es ser mejor de lo que fuiste ayer. Estudiar y luchar para ser mejor mañana. Es una competencia con uno misma que resulta muy excitante y divertida.
-Si Venezuela fuese un edificio por remodelar, ¿qué dejaría y qué cambiaría?
-Si su estructura fuese su geografía no habría nada que cambiar. Es bella y perfecta, variada y diversa. Esa configuración permite el cambio y puede ser adaptable a diferentes estilos y usos. Estos últimos aspectos van cambiando porque el cambio es la naturaleza de la vida. El cambio sucede cuando las condiciones están dadas para ello. No todo se puede remodelar cuando uno quiere.
Fuente El Universal
Originally posted 2016-06-14 18:58:45.