Victor Muñoz, un talento de exportación

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Victor Muñoz, cantante venezolano, compositor, música, venezolanos en el exterior

A punto de lanzar su nuevo disco y con una gira por el país en noviembre, el cantante vive el mejor momento de su carrera musical. Durante su visita a Caracas reveló detalles de su proceso de internacionalización y las razones que lo motivan a seguir creyendo en Venezuela a pesar de las distancias.

Sus ojeras reflejan el cansancio de intensas horas en el estudio de grabación. Durante su paso por Venezuela se encontraba trabajando en su nuevo disco y en proyectos paralelos que mantienen su agenda copada. Pese a eso recibe a la revista en su casa. Su felicidad por estar de vuelta a su hogar es inocultable.

Víctor Muñoz advierte que no viene, precisamente, de una familia de artistas, sin embargo, su interés por la música empezó desde que era muy pequeño. Decidió convertirse en cantante tras intentar la carrera de Ingeniería y, posteriormente, la de Comunicación Social. Ganó la música, su verdadera pasión y su forma de cantarle al amor y a su país.

Empezar -en 2004- no fue sencillo. Contó, eso sí, con el apoyo de su padre -quien consiguió un primer encuentro con la disquera Latin Rock- y así logró grabar su disco debutante. Para entonces la competencia era intensa, estaban de moda grupos como Tacupae, Vos Veis, Bacanos y su género era más romántico y con más dificultad para calar en el mercado.

Pero esa primera experiencia en un estudio de grabación, concede Muñoz, fue de total disfrute para él. Pese a que ahora define ese disco como «ingenuo e inocente», lo hizo como quería y sin asesoría alguna, y con él logró consolidarse como artista e incluso convertirse en uno de los músicos predilectos de los productores de telenovelas.

Cuando la disquera cerró sus puertas, Víctor se sintió desolado. Nuevamente, gracias al soporte incondicional de su padre, su tenacidad lo llevó a trabajar con Yasmil Marrufo. Así logró el sueño de estar con uno de los mejores productores musicales del país. Con cinco canciones grabadas, lanzaron temas como El que manda soy yo, Quizás sí quizás no, Sí o no y, poco a poco, su carrera comenzó a dispararse. De pronto se popularizó en las emisoras de radio y su música llegó a toda Venezuela. No obstante, crecer como artista en el país que lo vio nacer comenzó a lucir cuesta arriba, de allí que decidiera tomar otros rumbos.

¿Hace cuánto vives en Miami?
«Me mudé completamente desde hace un año. Antes viajaba constantemente de Venezuela a Estados Unidos, pero ahorita ya es mi base».

¿Cómo es tu perspectiva desde que estás lejos de Venezuela?
«En Miami, a nivel musical, está todo, allí está el mercado. Gracias a la amistad que ha surgido con Nacho (de Chino y Nacho), quien tiene muchos años viviendo allá y ha logrado forjar un nombre en ese circuito de productores y compositores, se me han abierto puertas. Él me invita a sus sesiones y puedo formar parte de las ideas y canciones que están trabajando. Al estar rodeado de todo ese proceso me toman en cuenta de una u otra manera. Ya saben quién soy y, a veces, hasta le piden a Nacho que me lleve. Creo que por allí está abriéndose el camino para darme a conocer en el medio musical de Estados Unidos. Eso desde Venezuela no podría hacerlo, sería imposible, por eso tuve que irme. No me fui por la situación del país, como mucha gente cree, simplemente mi carrera lo ameritaba».

¿Qué tan difícil ha resultado el proceso de internacionalización en tu caso?
«Es complicado. Se necesita mucha inversión a la hora de hacer la promoción de un tema. La competencia en Miami es grandísima y para poder ingresar en el mercado hay que trabajar mucho. También ayudan bastante los contactos que tengas y con quien te codees. Yo creo que comencé a hacer eso desde hace cinco años, aproximadamente, cuando lancé en Estados Unidos Corazón Abierto, una canción que estuvo en el primer lugar del Billboard (USA). Después estrené Mi Princesa, pero para poder tener éxito necesitas un pulmón muy grande y ser constante. Como está Venezuela para nosotros era imposible. Este año todo está cambiando y siento que las cosas están dándose a mi favor, ahora podría ser mucho más fácil».

¿Como parte de ese camino cantarías temas en inglés?
«Creo que sí. Desde chamo me ha llamado la atención, creo que la primera canción que escribí era en inglés. Fuera del estudio de grabación, en mi vida cotidiana, escucho música en inglés y la canto. Además, en ese idioma es mucho más sencillo escribir. Tiene palabras que son más fáciles a la hora de cantar. Y puedes estar diciendo cualquier tontería, pero en inglés suena muy bien (risas)».

¿En el plano personal, qué se siente vivir fuera de tu país?
«No es que me emocione y me encante vivir en Estados Unidos, en realidad no me gusta. Cuando estoy lejos de Venezuela, a veces, tengo mis momentos de tristeza y quiero estar con mi familia, con mis amigos. Por más que las cosas estén mal, cuando estoy aquí, soy feliz».

¿Qué ha sido para ti lo más difícil de vivir en Estados Unidos?
«Creo que la comida. Yo amo la comida casera y cuando me toca prepararla a mí, como no soy muy buen cocinero y me cuesta un poco hacer las cosas bien, entonces tengo que comer en la calle. Cuando eso pasa siento que estoy comiendo plástico. Es algo muy raro y mi organismo empieza a sentirlo también. Con todo y que en Snapchat comparto mis videos de platos que se ven deliciosos».

Contabas que Nacho te ha ayudado mucho estos últimos años, ¿cuándo comenzó a tomar fuerza esa cercanía con él?
«Creo que fue a partir de grabar Mi Felicidad. Ya antes habíamos hecho un tema juntos: Te quiero bonito, pero en ese momento fue simplemente una colaboración y muy de vez en cuando estábamos en contacto, no éramos tan cercanos. Después compartí con él la idea de Mi Felicidad -por cierto, fue la primera persona a la que acudí, porque pensamos muy parecido y sentía que podíamos hacer un proyecto chévere- y al día siguiente fui a su casa, me llevé la guitarra y escribimos esta canción y allí logramos esa conexión. A partir de ese momento coincidíamos en todo: la manera de escribir, la forma de hacer música y comenzó esta historia, colaboraciones en otras composiciones y decidimos hacer una gira juntos».

¿En qué consiste la gira de Mi Felicidad?
«El show es muy emocional. Está dedicado a Venezuela y a todos los que están en el exilio. El repertorio incluye seis de mis mejores canciones, las mejores de Nacho y nuestro último tema, Aquí Nací, con la intención de tocar la fibra. Por supuesto, están Mi Felicidad y algunas canciones venezolanas. Cuando estamos en tarima, juntos, la gente se emociona muchísimo. Queremos que quienes se fueron hace dos años, o más, recuerden que siempre hay esperanza».

¿Qué países visitarán?
«Por ahora, solo nos hemos presentado en Estados Unidos, pero tenemos pensado visitar Canadá. La idea es recorrer el mundo, nos han llamado de España, de Italia, de Londres y quisiéramos concretar, aunque es difícil porque coincide con otros proyectos de Chino y Nacho. En Venezuela estaremos en noviembre en Caracas, Valencia, Barquisimeto y Puerto La Cruz e igual vamos a Panamá, Perú, Ecuador y Colombia».

¿Cuando compusieron la canción Mi Felicidad estaban conscientes del éxito que obtendrían y del impacto que iba a generar en los venezolanos?
«Lo hicimos con esa intención. Pero todo se dio de forma inesperada, no contábamos con tanto tiempo para hacerla. Nacho grabó en Canadá, porque andaba de gira con el tour de Chino y Nacho. La escribimos un día antes de que se fuera para Perú -de allí seguía para Canadá- y yo me quedé, en Miami, con la responsabilidad de hacer la producción y  los arreglos del tema junto a Yasmil Marrufo. Eso fue 15 días antes de las elecciones. Después decidimos que teníamos que hacer un video, pero debía grabarse en Venezuela. Contacté a Nuno Gómez y él me dijo que podría llevarse una cámara pequeña. Prácticamente fue hecho con las uñas. El resultado, pese a la improvisación, fue muy bonito».

¿Qué otros proyectos te ocupan, por ahora?
«Ahorita estoy enfocado en mi proyecto personal, estoy trabajando en el nuevo disco que tengo que entregar lo antes posible. Mi próximo tema se llama Desesperando y está producido por Mottif (Arbise González, productor de éxitos de Marc Anthony, Víctor Manuelle y Chino y Nacho, entre otros). A principios de año lancé con Anaís Vivas la canción Duendecillos en la cama, que tiene un estilo muy romántico. Este tipo de fusiones entre un hombre y una mujer, cantándole al amor, se habían perdido, por eso quise traerlo nuevamente y tratar de que encajara».

¿Qué le debes a Venezuela?
«Todo. Soy lo que soy gracias a Venezuela. Nací aquí, me crié aquí, nací en la Maternidad Concepción Palacios, más caraqueño que eso imposible. Estudié en el colegio San Ignacio y la educación que recibí allí fue espectacular. Creo que nunca hubiese querido nacer y crecer en otro lugar sino aquí. Si tuviera la oportunidad de volver a nacer, no cambiaría nada».

Fuente Estampas

Victor Muñoz, cantante venezolano, compositor, música, venezolanos en el exterior

Originally posted 2016-09-07 14:35:09.