Venezuela y los bates especialistas

Es un año importante para Rouglas Odor. Su carrera como técnico se consolida cada vez más. Este será su tercer año como coach de bateo del Columbus Clippers, filial Triple A de los Indios de Cleveland. Y mientras usted lee estas líneas, el instructor se pasea por Goodyear, en Arizona, en el campo de entrenamiento del equipo grande de la organización.

Está acostumbrado a ver y aconsejar a peloteros grandeligas. Pero ni siquiera eso se comparará con la aglomeración de estrellas que verá en exactamente ocho días, cuando la selección de Venezuela se concentre en el desértico estado norteamericano. Odor es el técnico encargado del bateo en el combinado… Vaya que es otro buen ítem en su hoja de vida.

Será la visión detrás de cada swing de José Altuve, Miguel Cabrera y Carlos González; entre los tres acumulan siete títulos de bateo en las mayores. Además, tendrá que vigilar los movimientos de otros siete criollos que batearon para más de .270 de average en la campaña 2016. ¿Qué le puede recomendar Odor a esos especialistas del bateo durante el Clásico Mundial?

“Mi consejo es que traten de ver la mayor cantidad de turnos porque sabemos que la mayoría de los jugadores, no solo los nuestros, no vieron mucha acción durante los últimos cuatro o cinco meses”, dice el coach por teléfono a El Nacional. “Deben tomar la mayor cantidad de turnos, en la medida de lo posible, para que comiencen el torneo con algunas apariciones en el plato”.

Radiografías 

Los 13 jugadores de posición venezolanos estuvieron en la gran carpa el año pasado. Es una característica que también comparten 13 de los 14 peloteros de República Dominicana, los 15 bateadores de Estados Unidos y los 14 de Puerto Rico. Eso quiere decir que, si se toman en cuenta los números dejados por esos hombres en 2016, es válida una comparación.

Debido a que la mayoría de sus peloteros son estelares, la Vinotinto, Quisqueya y la nación de las barras y las estrellas, poseen paridad. Las tres representaciones están por encima, en la teoría, de la Isla del Encanto.

Por ejemplo: Colectivamente, el promedio de embasado (OBP) de los seleccionados venezolanos la campaña anterior es de .342; el guarismo de los dominicanos es de .352, estadounidenses de .354 y boricuas de .326. Siguiendo el mismo orden de países, los sluggings son de .458, .491, .478 y .420; en ese reglón en indudable el poder quisqueyano.

La sumatoria de ambas estadísticas le da un OPS (baremo que determina eficazmente la capacidad ofensiva) a Venezuela de .800, Dominicana .843, EEUU .832 y Puerto Rico .746; a excepción de esta última, son cifras similares. “No podemos decir que un equipo no tiene potencial ofensivo, pues en este torneo corto cualquier cosa puede pasar”, razona Odor. “Sabemos que todos los equipos están trabajando”.

Hay un reglón más tradicional que, si bien también está reñido, es donde saca ventaja la nueva tricolor: el average colectivo. El guarismo es de .288, mientras que Dominicana se estaciona en .280, Estados Unidos en .281 y Puerto Rico en .277. Es obvio que Venezuela tiene, solo un poco, más de contacto que las otras tres naciones y eso también se nota en el porcentaje de ponches: VNZLA 16,6%; R. D. 18,9%; EEUU 18,2%; P. R. 18.6%.

“Tenemos jugadores que hacen mucho contacto. Imagínense que tenemos tres campeones bate y entre ellos un Triple Coronado. Poseemos esa suerte y ventaja”, añade el instructor Odor, tío de Rougned. “Además cada uno le da a la pelota con autoridad. Es agradable tener a un equipo así”.

La teoría está lista, solo falta el trabajo de campo.