En Caracas
Un paseo nostálgico
Estuve por el Museo de Bellas Artes para removerle los recuerdos a mi mamá. Adoro ese patio central con las columnas que lo enmarcan, los pisos, la luz que entra por todas partes, las salas inmensas y nobles. Desafortunadamente no había ninguna exposición. Al pasar al ala nueva, la oferta del café era triste y los jardines estaban descuidados. Estoy segura de que es posible recuperar el esplendor de otros tiempos, cuando nos ocupemos de darle un vuelco al país.
Para ir: Plaza de los Museos, Los Caobos.
En Bolívar
Un café
Viajera del Río se llama este café que se ha convertido en la euforia de su dueña Dainol Jiménez, quien se empeñó en hacerle un homenaje a Manuel Yánez, creador de la famosa canción. Precioso, con patio atrás y muchos detalles. Sirven pabellón, carne y pollo guisado, palo a pique. Desayuno con empanadas, sándwiches y pastelitos. Cenas con hamburguesas y emparedados. De postre, orinococo, que es un quesillo de coco. Una maravilla el mural en la entrada donde han pintado a muchos de los intérpretes de esa pieza musical.
Para ir: calle Bulevar Bolívar, número 36, Casco Histórico, Ciudad Bolívar.
Horario: 7 am a 7:30 pm, lunes a sábado. Domingos, de 1 pm a 7:30 pm.
Teléfono: (0424) 920 9740 Instagram: @viajeradelriocafe
En Margarita
Pablo Krisch se muda a la isla con sus talleres
Pablo Krisch – Premio Nacional de Fotografía 2015 y fotógrafo de estas páginas por muchos años – se traslada a Margarita para dictar un taller de fotografía del 2 al 7 de junio. 2 y 3 se ocupará de la fotografía directa y documental con énfasis en el peñero; 4 y 5 el tema es la moda, y 6 y 7, los aliños en la fotografía gastronómica. Es tremenda oportunidad si viven en Margarita o tienen planes de pasar unos días, pues Pablo solo dicta talleres en Mérida, donde vive.
Para información: Cóndor Agencia de Fotógrafos.
Información: pablokrisch@yahoo.com
Bien dateado
Las monjitas del Monasterio Trapense Nuestra Señora de Coromoto, que se localizan muy cerca de Humocaro Alto, el pueblito larense de montaña, ya no ofrecen sus atómicas pastas artesanales de espinaca, remolacha o zanahoria porque no tienen harina. Tampoco elaboran sus maravillosos dulces, especialmente el cristal de guayaba, porque no consiguen azúcar ni frascos. Es para que sepan y no lleguen hasta allá. O para que las ayuden, pues de eso viven.
En Sanare les sugiero pasear por la zona de El Cerrito – en pleno centro del pueblo – pues lo han puesto precioso con locales nuevos y bien diseñados. Una chocolatería bien surtida con salón de té arriba, una pizzería suculenta, dulcerías, floristería y hasta un patio de bolas criollas para departir con los locales.
Fuente Valentina Quintero / Todo en Domingo
Originally posted 2016-05-09 19:54:59.