Textiles, hechos en Venezuela, Venezuela
En el país aún hay quienes apuestan por seguir creando y desarrollando productos de alta calidad. Marcas de larga data, como Ama de Casa, Rori o Indiani, pueden parecer muy disímiles en cuando a oferta y público; sin embargo, tienen algo en común: no solo se preocupan por atender el mercado tradicional, sino que insisten en producir e innovar
Las toallas de un país
Ama de Casa
Aunque la marca se ha diversificado a lo largo del tiempo, en atención a la evolución del público y a los planes de expansión, la realidad es que sus toallas forman parte esencial del imaginario hogareño para muchas familias en Venezuela. Desde 1955, la firma desarrolla sus productos con Telares de Palo Grande, empresa con 97 años en el país, afirma Aníbal González, gerente de Mercadeo y E-commerce de la marca. “En Venezuela solo se conseguían toallas y sábanas importadas, no se producían aquí, así que Ama de Casa se convirtió en la primera marca de textiles para el hogar. Actualmente nos enfocamos en la producción y confección de toallas y otros productos”. Explica que 80% del algodón que se utiliza proviene de las riberas del Orinoco. “Es una fibra media-larga que le confiere al hilo una resistencia mayor sin sacrificar el desempeño. No se deshilacha, no le salen bolitas”.
El proceso para que los textiles de la marca lleguen a las manos de sus consumidores en bastante laborioso e implica por lo menos un año de trabajo. Primero se hace un desarrollo de la línea de colores, basado en las tendencias mundiales y en cómo se adapta a la categoría del producto y al sistema de producción. Dependiendo del tipo de producto, su desarrollo atenderá a múltiples variables, como el comportamiento en el punto de venta, el poder adquisitivo o la demanda. “Ahora la tendencia es que la mayor parte de las ventas van a la línea de baño”, apunta González sobre la marca, que también tiene una infantil y otras para dormitorio, sala y cocina. Agrega que se hacen varias pruebas de laboratorio, para comprobar la resistencia del color y su comportamiento ante el lavado y secado.
Aunque Ama de Casa ofrece actualmente múltiples opciones en textiles para el hogar, hay un producto indiscutible cuya respuesta no es necesario adivinar: “Las toallas, parece obvio pero es así. Nosotros diferenciamos las toallas por peso, y de todos ellos la Sensación es la favorita y no puede desaparecer”.
Desde 2016 la empresa decidió retomar los planes de exportación y ahora es posible encontrar los productos en otros mercados, en un intento por comenzar a abrirse paso. “Es un proceso lento porque el engranaje no es tan fluido y la región ya está acostumbrada a trabajar con proveedores de Asia; no obstante, hemos logrado entrar en el mercado peruano”. Para quienes viven fuera del país, la posibilidad de adquirir los textiles de Ama de Casa es una realidad a través de Amazon, lo que también forma parte de estos primeros pasos para llegar a nuevas fronteras. “Tal vez no hemos crecido mucho, pero nos hemos concentrado en que el negocio sea sustentable. No somos una empresa que se queda expectante sino que vamos un paso adelante, desarrollando categorías de productos y sin esperar los acontecimientos para responder. Queremos seguir creciendo, seguir innovando. La relación con la familia venezolana es sumamente estrecha y trabajamos cada día para que siga así”.
El clásico de las graduaciones
Rori
En 1964, cerca de 50 personas comenzaban a trabajar en una camisería ubicada en el edificio del correo, en Chacao. En ese momento, el fundador de la empresa, Iseris Rimeris, iniciaba un negocio familiar que este año cumple 53 años. No pasó mucho tiempo para que la firma se expandiera hasta el punto de construir su propia sede y de abrir una red de tiendas. Desde el año 2000, se han concentrado en expandirse a través de las cadenas al detal y en crear una segmentación de marcas para atender al público más joven, lo que responde a su lema como casa de marcas, en la que si bien existen productos importados, el fuerte son las prendas diseñadas y confeccionadas en el país. Betsy Medina, directora de Desarrollo de Productos y Compras, sostiene que Rori siempre ha producido sus piezas en Venezuela, salvo en casos excepcionales en los que la capacidad de ventas rebasa la producción, y se elaboran afuera, pero con diseños propios. “Al ser una casa de marcas sí complementamos con cosas de afuera, pero no es más de 5% de los productos”.
La empresa cuenta con un taller en el que se hacen camisas, sacos, trajes y pantalones. Las piezas de denim, corbatas, pijamas se elaboran en otras fábricas, pero con diseños e insumos propios. Un equipo de diseñadores se encarga de crear dos colecciones anuales que responden a picos de venta muy importantes: de febrero-julio, que aglutina el Día del Padre y las graduaciones, y de agosto-enero, enfocada en las ventas navideñas.
Aunque Rori también confecciona ropa para damas, siempre ha estado vinculada al imaginario del consumidor como fabricante de trajes para caballero. De allí que la marca haya sabido adaptarse a los tiempos y evolucionar para atraer a una nueva generación que ve en ella una opción para vestir en ocasiones especiales. “Hemos logrado acercarnos al público joven. Teníamos un público de siempre y ahora los jóvenes buscan jeans, pantalones sport y trajes. Ellos representan 70% de la venta de nuestras marcas. La comercialización de trajes para ese segmento aumenta en época de graduaciones, cuando hay que corregir la curva de talla porque son más pequeños”.
Actualmente, Rori está relanzando su servicio de sastrería, que si bien existe desde hace una década, no es muy conocido entre los clientes. Allí se brinda la posibilidad de elegir el modelo de traje y la tela, de acuerdo con la disponibilidad, y hacer correcciones en el entallado. Mientras tanto, la empresa sigue produciendo en el país. “Queremos ofrecer calidad en telas e insumos, la mejor relación precio-valor y el mejor servicio al cliente”.
En la web: rori.com
Irreverencia a la venezolana
Indiani
Hace 31 años, Sammy Chaberman vio en la confección de ropa una oportunidad de negocio para independizarse. Con el tiempo, la marca terminó convirtiéndose en su oficio. Hoy en día, Indiani es una firma de referencia para varias generaciones que ven en ella la posibilidad de lucir piezas con un guiño que combina la originalidad con la irreverencia criolla. “Indiani diseña, produce y comercializa todas sus piezas desde el principio. La primera tienda se abrió en el bulevar de Sabana Grande en 1986 y allí permanecimos por casi 20 años. Para mí fue un orgullo estar en esa zona porque era un excelente punto y se atendía a un público variado. Poco después se inauguró el centro comercial Sambil y abrimos allí. El Sambil revolucionó la moda, porque los locales que abrían en ese centro comercial lograban un impulso importante”.
En Indiani, tal como explica Chaberman, no se trabaja por temporadas, sino que aprovechan las bondades del clima tropical para mantenerse en producción constante. Quien ha usado, o al menos visto, una de estas prendas sabe que hay una influencia muy marcada del lenguaje criollo en su creación. Es un sello de identidad de la marca. “La calle y el acontecer nacional han sido fundamentales para buscar inspiración. Muchos de nuestros diseños tienen influencia netamente venezolana, queremos identificarnos de forma amplia con el país”. Tienen un equipo de diseñadores que elaboran sus propuestas, para luego pasar a la fase de selección de los diseños, telas y patrones hasta llegar al corte y confección. Esta última etapa se lleva a cabo en talleres localizados en Caracas.
Al consultar cuál es la prenda clásica de la marca, Chaberman afirma que evita recurrir a esa fórmula para mantenerse. “Hay modelos que no duran ni semanas en la tienda cuando son muy exitosos. Tratamos de no quedarnos pegados a modelos emblemáticos y no depender de éxitos pasados”.
La firma tiene más de tres décadas en el mercado y varias tiendas a lo largo del territorio nacional, sin embargo, su fundador asegura que aún les falta consolidarse antes de pensar en expandirse afuera. Afirma que el afán de mejorar sus productos es lo que lo mantiene en el país. “Lo que nos hace seguir en pie es querer hacer cosas cada vez más complejas, mejorar la calidad. Amamos el progreso y la evolución y queremos ser una marca con la que los venezolanos se identifiquen”.
En Instagram: @indianioficial
Fuente El Nacional
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