Sopas, buena causa, Venezuela, iniciativa, Hospital J.M. de los Ríos, Niños
En tiempos en los que la solidaridad es más necesaria que nunca, surgió una iniciativa que se celebra. Unas ollas humeantes de sopa para 220 personas salen, de lunes a viernes, desde varios buenos restaurantes de Caracas para los niños del Hospital J.M. de los Ríos.
“Las sopas no solo alimentan, también conectan con algo emocional. Las criollas de pollo, pescado o res, gustan mucho. Nosotros hacemos la misma que ofrecemos en La Casa Bistró. Queremos que sea rica y sustanciosa. Sin grasa. Perfecta. Que llegue recién hecha, con el aroma a cilantro que se le echa al final”, afirma el chef Francisco Abenante, quien acaba de recibir el reconocimiento Armando Scannone 2015 de la Academia Venezolana de Gastronomía.
La génesis de la idea surgió cuando Abenante, junto a David Akinin –quien ha tenido varios restaurantes en Caracas– se preguntaban cómo ayudar ante tantas carencias. Supieron que en el J.M. de los Ríos la alimentación de los pacientes depende actualmente del concesionario de otro hospital. Comenzaron financiando las sopas ellos mismos, pero descubrieron que todo tiene sostenibilidad si se escribe en plural. Por ello crearon la Fundación Barriga Llena Corazón Contento, en la que empresas y particulares pueden aportar para los ingredientes necesarios, mientras las brigadas de varios restaurantes se encargan a diario de la preparación y entrega. Así, los lunes y martes las sopas están a cargo de La Casa Bistró, los miércoles las prepara La Barra de la Universidad Simón Bolívar, los jueves las elaboran en La Esquina Caracas y los viernes las hacen en Restaurante Alto a cargo del chef Carlos García.
Las llevan, recién hechas, para ser repartidas de manera gratuita a los infantes que están en proceso de superar alguna enfermedad, a las madres que los acompañan y a parte del personal del hospital. “La comida es magia. Sube el ánimo. No solo alimenta, sino que también alegra y reconforta”, asegura Abenante. La ayuda para que la iniciativa continúe es bienvenida.
El centro de acopio para quienes quieran contribuir con insumos es La Casa Bistró. Está en la tercera avenida con cuarta transversal de Los Palos Grandes, Caracas.
Para aportes en efectivo se puede escribir a:
barrigallenacorazoncontento@gmail.com
En Instagram:@barrigallenacorazoncontento_ve
La cuenta donde se pueden hacer los aportes para Fundación Barriga llena corazón contento es en Banco Provincial. #0108 0177 05 0100104508 Rif 4018127008
Cómo cocinar la imagen de un país
Los sabores propios pueden convertirse en motor de orgullo y progreso. Pero ese camino no se da por decreto o solo con buenas intenciones. Comienza por valorar lo que se tiene. Y eso apenas es el principio. “Aprender a celebrarse va mucho más allá de la buena intención y de quererlo: es un método”, comparte el chef Sumito Estévez en su recién estrenado libro 12 pasos para cocinar la imagen de un país, editado por Planeta.
Este, el tercer libro de Sumito –los dos primeros recopilaban parte de sus columnas en “Diario de un chef”– surgió de una inquietud muchas veces expresada y cocinada a fuego lento. En una ponencia sobre la necesidad de estructurar con método el discurso gastronómico, surgió la idea de transformarlo en libro. La escritora mexicana Laura Esquivel le insistió que no dejara de hacerlo en un momento en el que planeaban juntos un documental. Sumito se encerró durante 20 días a escribir y así comenzó este libro de gustosa lectura: “Si bien son doce pasos, tiene tres partes fundamentales. Primero cómo te describes, celebras y defiendes lo que eres. La segunda parte está dedicada a la construcción de un discurso o lenguaje. Y la tercera es qué puedes hacer con eso y cómo mercadearlo”. Aunque el título hace referencia a un país es una metodología, cuenta el autor, que se puede aprovechar en distintas escalas. “Puede ser para el rescate de una calle, de una región y la expresión máxima es un país”.
En el libro aprovecha referentes de distintos lugares del planeta, pero sobre todo de la isla de Margarita, donde vive y se cocina un prometedor movimiento de emprendedores que apoya desde la Fundación Fogones y Banderas. “Margarita es como mi laboratorio personal. Ahora, con la fundación estamos apoyando a 54 familias emprendedoras. Y en la isla en este momento hay una particularidad: hay más de 200 ferias, en distintas partes, donde pueden ofrecer lo que elaboran”.
De esa experiencia que está en plena ebullición aspira a que se pueda crear un modelo replicable en otros lugares. “Hay dos fallos habituales en muchos proyectos de gerencia cultural. Nos llenamos de buenas intenciones, pero falta metodología y medición”. Desde esa conciencia, espera que esa experiencia margariteña se multiplique en otros lugares.
Fuente El Nacional / El Nacional Web
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Originally posted 2016-09-12 16:51:07.