brillo venezolano, primera mitad, Juego de Estrellas
José Altuve y Salvador Pérez son lo mejor de sus posiciones, tanto con el bate como a la defensiva. Mientras que Felipe Rivero dominó
¡Qué veloz corre el tiempo! A veces no se nota por su ritmo de fondista pero, como suele ocurrir con los andariegos incansables y perennes, el trajinar es descubierto al dar una mirada atrás. Se sienten bastante lejos los albores y, así como así, las Grandes Ligas han llegado a la mitad de la temporada.
La ley universal es que el camino sea señalado por luces y el beisbol no está a salvo de estas. Como siempre, son las estrellas las que han marcado la pauta y entre ellas hay algunas nativas de Venezuela. Algunas son viejas conocidas, pero otras resultan nuevos brillos. Ellas han reflejado el éxito en la primera mitad de la campaña.
José Altuve. Entre 2014 y 2016, el camarero de los Astros de Houston dejó un promedio de .331 y ganó dos títulos de bateo en la Liga Americana. Antes de que alguien levante la mano para dudar, el maracayero ha ratificado el por qué es considerado uno de los mejores bateadores de la actualidad. Ayer amaneció como el líder bate del nuevo circuito (.342) y también comanda en hits conectados (113), lleva un buen ritmo para lograr su cuarta campaña consecutiva de 200 o más imparables.
La fuerza y la paciencia también han estado allí, aunque esperar muchos pitcheos nunca ha sido algo natural para él. Las dos características fueron incorporadas a su juego la campaña pasada.
En los 85 encuentros que lleva este año ha conectado 12 cuadrangulares, impulsado 47 carreras y recibido 35 boletos. Su OPS (sumatoria de embasado y slugging), una estadística que determina eficazmente el rendimiento de un bateador, es de .950; hay que entender que este reglón el promedio de las mayores se ubica en .750, solo jugadores con un rendimiento elite van más allá de .900.
En la defensa, Altuve siempre ha estado entre los mejores. Por todo esto a nadie extrañó que comandara las votaciones en su posición para el Juego de Estrellas y ganara la titularidad.
Salvador Pérez. Otro que abrirá en el lineup de las luminarias de la Liga Americana este martes, en el Marlins Park. El carabobeño es el emblema de los Reales de Kansas City y el señalado cuando alguien se pregunta quién es el mejor receptor del nuevo circuito.
Además de la reputación que posee con la mascota, la campaña que atraviesa ofensivamente va encaminada a romper algunos registros. Por ejemplo: el sábado amaneció con 17 vuelacercas y la mayor cantidad de batazos de tal magnitud para un catcher venezolano es de Ramón Hernández, con 23 en 2006. La marca ha sido amenazada en varias oportunidades por Pérez. En 2015 pegó 21 bambinazos y en 2016 22; incluso ningún receptor en las mayores ha disparado más estacazos que él en las últimas tres zafras.
Entre sus iguales de posición, Salvador es líder en remolcadas con 55 y segundo en OPS con .841, solo Buster Posey, de los Gigantes de San Francisco, lo supera (.909).
Felipe Rivero. Es, de acuerdo con los números, el mejor relevista del momento en el beisbol. Sin contabilizar el encuentro de anoche, el zurdo de los Piratas de Pittsburgh había enfrentado a 175 bateadores y solo 22 le habían podido dar un imparable. Así de difícil se ha vuelto el yaracuyano para los rivales.
En 46.0 innings su efectividad es de 0.78, la mejor entre los bomberos de MLB. Su WHIP (promedio de hombres que se le embasan por cada inning) es de 0.72, todavía cerca de Craig Kimbrel, de los Medias Rojas de Boston, y su 0.50.
La caída de Tony Watson y su rendimiento le otorgaron la responsabilidad de cerrar los juegos para los filibusteros. De hecho, posee cinco salvados en la misma cantidad de intentos. Pero no le fue suficiente, inexplicablemente, para tener un lugar en el roster de la Nacional en el Juego de Estrellas.
Menciones honoríficas
A diferencia de José Altuve y Salvador Pérez, quienes fueron favorecidos por los votos de los fanáticos, los jardineros Avisaíl García y Ender Inciarte tuvieron que ganar su primer Juego de Estrellas por la vía antaña: con su rendimiento.
García ha sido el mejor bateador de los Medias Blancas de Chicago. En los tres primeros meses de la campaña peleó el liderato de bateo de la Americana, pero ha tenido un bajón reciente por lesiones de mano y rodilla. Su promedio es de .313 y su OPS de .858. Por su parte, Inciarte se consolida en la pradera de los Bravos de Atlanta y como uno de los más efectivos a la defensiva. Amaneció el sábado con .307 de aaverage y .768 de OPS.
La cirfra
22 hits le han conectado a Felipe Rivero, quien sin contar el juego del sábado se había enfrentado con 175 bateadores.
Fuente El Nacional
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