Pedo Vera, Ultraman, Venezolano, maratonista, parajes naturales
Andar lo más rápido posible por un mínimo de 170 kilómetros de terrenos agrestes es la experticia de este carabobeño que hoy lidera uno de los circuitos más importantes de las distancias largas, a pesar de condiciones físicas adversas. Hoy nos inspira este «Rambo» nacional.
Según expertos, se estima que en competencias como estas (sin mucho control de los factores externos) comenzarían unas 20 personas y solo terminarían entre tres y cinco, debido a los percances que enfrentan los participantes. «En una de las carreras, por ejemplo, pasamos cerca de un enjambre de abejas. Afortunadamente, yo acababa de refrescarme con agua sobre mi cuerpo, por lo que no tuve problemas para transitar por el sitio, pero la corredora de México se encontró atrapada entre los insectos. La tomé por la cintura para evitar que continuara haciéndose daño y le puse agua hasta llegar a un punto de hidratación en donde pudieron atenderla. Igual me ocurrió con una manada de elefantes por África. Usualmente, podemos perdernos pues son distancias muy largas y, a veces, el viento o la lluvia tumban las señales del camino. Entonces, estaba caminando y miré cómo se acercaba un elefante enorme a toda velocidad. Corrí como nunca en mi vida… Cuando el animal me vio ya lejos, se detuvo y se dio la vuelta. Después me percaté de que el elefante solo estaba protegiendo a su familia que estaba cerca», recuerda el ultramaratonista versado en vencer obstáculos.
Sueños sin límites
Desde joven, el sueño de Pedro Vera fue pertenecer a las fuerzas militares. Sin embargo, debido a una condición congénita llamada síndrome de Wolff-Parkinson-White, que afecta el corazón provocando arritmias y taquicardias, sus anhelos escapaban de sus manos. «Yo nací en España pero llegué a Venezuela a los dos años. Es decir: soy venezolano. Sin embargo, quise entrar en la milicia en España, pero siempre había algún problema con mi inconveniente físico. Después de varios intentos, mi mellizo fue por mí y él se hizo la revisión médica. Obviamente, pasó, lo que significó que yo entré. Mi hermano, respondiendo por mí, les dijo a los médicos que me pusieran en algo fuerte. ‘Así como Rambo, pero más duro’. Así estuve un tiempo en fuerzas especiales. Después solicité el cambio hacia otra división. Había 10 plazas para la Guardia Real, me atreví a presentar las pruebas y lo logré. Estuve varios años trabajando al servicio de Don Juan Carlos y Doña Sofía (antiguos reyes de España). Allí me formé como mesonero -entre otras actividades- y hasta estuve atendiendo durante el matrimonio de Doña Leticia y Don Felipe, actuales reyes del país», cuenta el corredor. Sin embargo, la verdadera condición de salud de Vera salió a la luz. Tras una práctica de rutina, tuvo una fuerte taquicardia, lo que significó su baja y el retorno a Venezuela.
Con esta experiencia en actividades de sobrevivencia y la fortaleza desarrollada, Pedro Vera siguió practicando deportes. Carreras y maratones eran frecuentes hasta que se inscribió en El cruce Columbia, un ultratrail de aventura, junto con su amigo Leonardo Celis. «Mi esposa fue la de la idea. Ella sabe que me gustan la naturaleza y los retos. Mi compañero y yo participamos en varias ocasiones en esta competencia obteniendo buen desempeño», recuerda.
Con el tiempo, los desafíos se fueron acrecentando. Llegaron a su vida distancias más largas, como los 105 K entre Argentina y Chile; The North Face Ecuador (50 kilómetros); y The Jungle Marathon, que atraviesa 287 kilómetros del amazonas brasileño y que es una de las carreras más exigentes del mundo, corporalmente hablando. «Esta competencia la hice en 2013. De hecho, me lesioné. En la carrera me herí la pierna por unas ramas caídas. En este ultra los competidores atravesamos arroyos y selvas, con todo lo que llevamos encima (ollas, ropas, implementos para dormir, agua y comida). Quizá, al atravesar un río, adquirí una bacteria y se me infectó la herida», comenta el ultramaratonista. Para completar The Jungle Marathon, a Vera le engraparon la lesión abierta y atravesó la línea final sin inconvenientes aparentes, aunque al regresar a Venezuela tuvo que ser atendido en el Centro Clínico Los Guayos de Carabobo.
Desde 2015, el corredor trabaja para convertirse en el primer hombre en haber participado en todos los ultramaratones de aventura y para ponerse a la punta del circuito The Roadsign Continental Challenge, objetivo que logró en julio en Noruega, cuando corrió a bajísimas temperaturas por los Alpes de Lyngen hasta llegar a Troms , la ciudad más al norte del planeta. «Corrimos con desniveles y con mucho frío, lo que ocasiona agotamiento muscular y podría conducir a lesiones. Pero todo salió muy bien, y ahora, por acumulación de puntos, estoy a la cabeza. Mi próximo objetivo es continuar de líder cuando lleguemos a Bolivia en septiembre», comenta Vera mientras dispara frases, entre ellas que «los sueños solo tienen límite en la mente».
La carrera más difícil
«Podría decir que me costó mucho Vietnam o cuando hice una carrera en India, por la forma de comer de estas personas, o en Brasil, por las dificultades del terreno, pero siendo honesto la carrera más cuesta arriba para mí es llegar a la línea de salida de cualquier sitio -reflexiona el corredor. Hoy es muy complicado poder participar en el circuito». Pese a que tiene el apoyo de la marca Helly Hansen, la tienda 8 Miles, Leon Sport Brand y Fruzec, que le brindan soporte, requiere de un sustento económico importante. «Mis amigos han hecho potazos y rifas para recaudar fondos. Obtuvimos también un soporte puntual del Banco Central y hemos hecho colectas. Inclusive, vendí el anillo de bodas para conseguir el pasaje», dice con cierta vergüenza pero a la vez con orgullo pues su familia es su pilar. Hasta algunos de sus colegas como Ita Martozo, de Italia, y Tommy Chen, de Taiwán, le ayudaron con boletos de avión para que llegara a tiempo a Vietnam.
«Sería ideal contar con un patrocinio importante para poder prepararme en Mérida para la carrera de Bolivia, como los hacen los corredores de otras latitudes. Pero tengo que trabajar para cuidar de mis hijas y de mi esposa. Siempre siento que voy a lograrlo y que no habrá obstáculos que lo limiten, pero, a veces, es difícil darte cuenta de que la ultramaratón es lo más sencillo de todo el proceso», explica Pedro Vera.
En cuanto a la preparación, el corredor cuenta con el soporte del entrenador Gerardo Celli y del gimnasio O2. «Lo fundamental para superar estas pruebas es estar calmado y controlar los pensamientos. Llegar a participar en Noruega desde Carabobo, que es donde vivo y donde no hay grandes montañas ni mucho menos un clima frío, amerita mucho compromiso anímico. Es mi cerebro el que controla mi cuerpo y no al revés. Cuando siento que me desenfoco, escucho grabaciones, inclusive con las voces de mis hijas y entonces encuentro la motivación para proseguir», añade el deportista.
Al preguntarle sobre la razón de por qué no participa en nombre de España, país en el que obtendría mejor soporte económico, no duda en responder que es venezolano. «Adonde vaya voy a representar a Venezuela. Es mi país el que requiere de más ejemplos de que todo es posible si se hace desde la honestidad. España tiene grandes motivadores que me han inspirado, pero es mi Venezuela la que necesita de mí y de mis ganas», puntualiza.
Fuente Estampas
Pedo Vera, Ultraman, Venezolano, maratonista, parajes naturales
Originally posted 2016-08-16 19:36:29.