Pablo Martin, historias inspiradoras, Voces de emigrantes, actor venezolano, venezolanos en el exterior
El actor venezolano produce, dirige y anima el espacio transmitido por la señal de Sun Channel
Toda Latinoamérica podrá conocer las ciudades más fascinantes del planeta e interesantes historias de emigrantes latinos, de la mano de Pablo Martin en Voces de emigrantes, programa que transmite Sun Channel los lunes a las 9:00 de la noche.
Esta propuesta es una invitación a abordar en un viaje al sentir del emigrante latino moderno, para descubrir su nueva vida y entorno, así como todos los detalles de su adaptación en un país, cultura y modo de vida totalmente distinto a su tierra de origen.
En tiempos en que emigrar marca la pauta, este actor venezolano se embarca en una aventura que marca el inicio de un nuevo ciclo de su exitosa carrera profesional, pues dirige, produce y anima este programa con el que motiva a luchar por los sueños e invita a la realización personal y profesional, sin importar las fronteras.
¿Cómo surgió la idea?
La idea surge hace unos ocho años con motivo de homenajear a todas esas personas extranjeras que luchan día a día por conquistar sus sueños lejos de su lugar de origen; a esos guerreros incansables que me he ido encontrando a lo largo del camino en tantos países o ciudades donde he trabajado. Me gusta observar la vida y con ello a la gente y su comportamiento. La inserción social no es fácil y mucho menos en tiempos tan competitivos donde al que llega lo ven como «invasor» y no como a alguien que viene a aportar algo positivo a su nueva cultura y sociedad. Siempre he querido hacer valer la voz de los más débiles, soy defensor de la justicia y como conozco muy de cerca lo que es el sentir del emigrante -tanto antiguo como moderno- (mis padres fueron emigrantes) pues creo que recorrer el planeta y conocer las historias que se esconden en las ciudades preferidas por nuestros emigrantes latinos es algo muy enriquecedor; no solo para mí, sino para todos aquellos soñadores, luchadores, sin importar las fronteras. Me llena mucho escuchar sus voces y elevarlas al mundo.
¿Es la primera vez que diriges o produces un programa?
Para televisión “oficialmente” sí. Había producido algo para otras compañías y dado mis primeros pasos en dirección, pero este es el primer proyecto propio al aire con estas dimensiones.Son millones de personas en Latinoamérica y en el mundo que lo ven y eso es una gran satisfacción.
¿Cómo has hecho para dirigir, presentar y además controlar la producción al mismo tiempo?
Gracias… ¡Puff! (risas) La respuesta a eso te lo da la pasión, el amor que le pones a lo que haces. Sin eso no verías un programa con alma, verías algo mucho más vacío. También depende del equipo que tengas y de la confianza que te brinden. Ha sido duro porque no cuento las horas que invierto, pero ha valido la pena. Lleva muchísimo trabajo hacer coincidir todo al ritmo que tiene, te lo puedo asegurar, pero es eso, el amor incondicional y no pensar en cuantas horas invierto solo o junto a mi equipo, lo que hace que el resultado sea bueno. Seguiremos trabajando, mejorando y creciendo, con el favor de Dios.
También eres emigrante. ¿Qué ha sido lo más difícil y lo más gratificante de dejar atrás tu país y vivir en otro?
Realmente no me considero emigrante como tal porque nací en Venezuela, pero mis padres -quienes sí emigraron- me llevaron a Tenerife (su tierra natal) a los nueve años y fue a los 21 que yo decidí regresar a mi país. Una vez iniciada mi carrera artística en Venezuela llegaron las ofertas de trabajo en el exterior y esa fue la razón por la que comenzó mi trayectoria internacional… Pero igualmente sí me he sometido a todos los cambios de un emigrante y en muchas ocasiones. Te puedo decir que lo más duro es dejar atrás tus afectos, indudablemente. A mí me pasó en ambos lugares que hoy considero mi hogar: primero dejé a mis amigos de infancia en Caracas y después a mi familia y amigos de juventud en Tenerife por mi carrera; eso sin contar la cantidad de buena gente que me he encontrado en cada ciudad donde he trabajado… ¡Y de la cual me he tenido que despedir! ¿Lo más gratificante? Lograr tus metas y dedicárselas a tu gente, a tu país, a aquellos que te siguen y que buscan inspirarse para luchar. Lo que puedes aportar al mundo cobra una mayor dimensión.
Fuente El Nacional
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