Onechot, Mi misión, colaborar, rescate, Venezuela
El cantante prepara su cuarto disco de estudio. No hay resquemor por haber sido víctima del hampa en 2012. Asegura que nunca se irá, porque es acá donde tiene sentido su labor para recuperar la libertad del país
Social es el título del cuarto álbum de Onechot, un trabajo que hace referencia a las reacciones y sentimientos que genera lo que ocurre actualmente en el país. “Venezuela en este momento debe ser motivo de inspiración para muchos. Todo habla del problema social que se vive, pero también hay canciones positivas como ‘Postales de Caracas’ –compuesta inicialmente para una obra de teatro–, que muestra el lado positivo de la ciudad”, indica el músico de 39 años de edad cuyo nombre es Juan David Chacón.
En redes sociales, el cantante que en 2012 fue víctima del hampa al recibir un disparo en la cabeza se refiere constantemente a lo que ocurre en el país, sobre todo desde que se intensificaron las manifestaciones en contra del gobierno. Hace dos semanas participó en una protesta pacífica en Petare, en la que cantó “Postales de Caracas” y “Ciudad podrida”.
—¿“Postales de Caracas” es una de las canciones más positivas que ha compuesto?
—Sí. Sentía que se hablaba demasiado mal de Caracas, pero nadie dice esas cosas bonitas que existen. Espero que el tema le suba el ánimo a quien lo escuche, porque esta es una de las ciudades más bellas del mundo. No he conocido un lugar que me guste más. Podría irme a cualquier parte, pero me siento feliz aquí. Mi misión es colaborar en el rescate de Venezuela.
—¿Cómo hace para dejar a un lado el rencor, si es que hubo, después de lo que le ocurrió en 2012?
—Nunca he sido un tipo rencoroso. Las cosas pasan. Caí en unas estadísticas deplorables, pero ya salí de eso.
—¿Y nunca ha tenido la tentación de irse?
—Acá es dónde mi misión tiene sentido, en ningún otro lugar.
—¿Cómo lleva a cabo esa misión?
—Con mi música. A través de ella intento abrirle los ojos a la gente. Prefiero cantarle al chavista que al opositor, que ya está claro. Aquel es el que necesita oír una voz diferente.
—¿Ha interactuado con algún seguidor del gobierno?
—¡Mucho! Fui uno de los primeros en presentarse en Tiuna El Fuerte, por ejemplo. Voy cada vez que me llaman. Además, en mi banda hay dos chavistas. Siento que me debo a todo público y a ellos les hace falta escuchar un mensaje unificador, positivo, además de la crítica.
—¿Eso le ha causado algún problema?
—Hago lo que tengo que hacer. Pero tampoco soy monedita de oro. Si no le gusto a alguien no pasa nada.
—Hace dos semanas participó en la actividad de Alza Tu Música en Petare, donde aseguró que de Venezuela lo sacaban en una caja. ¿No es una afirmación muy dura?
—¡Claro! Y lo digo cada vez que puedo. De aquí me sacan en una caja.
—¿Considera que se ha perdido la espiritualidad en el país?
—No solo en el país, sino en el mundo.
—¿Y cómo se recupera esa espiritualidad?
—Tienes que encontrar tu verdad y la verdad universal.
—¿Cuál es la verdad universal de Onechot?
—El amor, la paz, la naturaleza, la familia y la igualdad.
—¿Cómo hace para mantener esos pensamientos cuando guardias nacionales disparan contra manifestantes?
—Me causa indignación, pero igualmente me da más fuerza para luchar por el país. A mí me metieron un tiro en la frente y sigo acá.
—¿Ha habido momentos en los que ha sentido que esa misión se ha cumplido?
—El día en Petare fue uno de esos momentos. Son pequeñas misiones que se llevan a cabo. Eso se viralizó en las redes sociales y llegó a oídos de muchos.
—¿Se ha frustrado porque la gente no captó el mensaje que quería transmitir con alguna canción?
—Tal vez con “Rotten Town”. Hubo una pequeña rabia, aunque sabía que lo iban a censurar. Me pareció absurdo que lo criticaran porque cantaba en patuá. El video es más evidente que el carrizo, se sabe que es Venezuela. Solo les explicaba a mis amigos de Jamaica que vivir acá no es sencillo. En Social sacaré “Ciudad podrida”, que es ese mismo tema en español.
—¿Entonces busca desempeñar una labor periodística en la música?
—Bueno, yo soy periodista. Mi tesis (Reggae y rastafari: dos formas de entender el Caribe) la hice en Jamaica con César Cortez. Durante tres meses entrevistamos a los rastafaris y obtuvimos mención publicación. Fue un gran trabajo. Creo que soy un periodista de la música, que en la tarima ejerzo esa labor.
—¿Sueña con dejar un legado?
—Sí. Quiero ser recordado como una persona que luchó por su país. En veinte años me veo igual, tal vez haciendo otro tipo de música, como jazz. Estudié con Gerry Weil, que es un maestro de vida. Me reinventaría.
—¿Miedo a fracasar?
—El miedo al fracaso es lo peor que le pueda pasar a un artista. Uno tiene que hacer lo que le gusta. Si tiene aceptación, bien.
—¿Ha estado obligado en su carrera a hacer cosas que no desea?
— No. Siempre hago lo que me gusta. Entre todos mis temas no hay ninguno que me disguste.
—¿Algún arrepentimiento?
—No.
—¿De qué se siente orgulloso?
—De estar vivo y seguir luchando.
—Vive muy cerca del Ávila. ¿Considera que eso ha influido en su obra?
—El Ávila es mi principal fuente de energía. Tengo varios meses sin subir, pero a 10 minutos puedo estar en unas cascadas donde me gusta bañarme.
—¿Ha hallado afinidad con otros artistas en la misión que afirma tener con la música?
—Cada quien va por su camino. Hay artistas con los que hay bastante afinidad, pero hay músicos que sencillamente buscan reconocimiento, dinero, fama. Yo lo hago por humanidad, porque me llena una sonrisa o un aplauso.
—¿Y si no logra conseguir esa libertad que menciona?
—Seguiré peleando hasta el último día.
—Ya se presentó sorpresivamente en Petare. ¿En qué otras zonas le gustaría cantar?
—Me gustaría ir a la plaza Bolívar, tocar en el corazón de Caracas para llegarle a la gente necesaria. También ir a Catia, donde están los colectivos. Soy como Cool McCool, yo amo el peligro.
—¿Hay temor en algunos colegas de llegar a esos lugares?
—Sí. Algunos tienen temor a hacerlo, pero también hay muchos que tienen un bozal de arepa porque viven de contrataciones del gobierno. Por eso respeto mucho la labor de Laura Guevara, una chama del este, sifrinita, que va en el Metro con su cuatro a cantar lo que considera pertinente.
Sueña con la libertad
Onechot tiene previsto presentar en diciembre su disco Social. “Así sea con dos temas”, indica el cantante en referencia a las dificultades para grabar y producir debido a las protestas en el país. Además de “Postales en Caracas” y “Ciudad podrida”, prepara otros relacionados con el contexto actual. “Atrapados’ es un trap, un género que suele tener una letra bastante ridícula y quise hacer uno distinto. Habla sobre cómo es sentirse en Venezuela. También ‘Vuela alto’, un reggae bien bonito sobre los sueños de la vida”. ¿Y cuáles son los sueños del intérprete en este momento? “Que mi país sea libre nuevamente. Rescatar la libertad”, responde.
Fuente El Nacional
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