Mariam Habach: La reina invicta

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Mariam Habach, invicta, Miss Venezuela 2015, concursos de belleza

Mariam Habach ha participado en concursos de belleza desde los cinco años  de edad y no conoce derrotas. La Miss Venezuela 2015 cuenta cómo se prepara  para el Miss Universo y comparte qué no sería capaz de hacer para ganar

“Quiero ser odontóloga y Miss Venezuela”. Desde que tenía seis años, la mínima Mariam Habach Santucci estaba clarísima ante esa consulta vocacional. Nacida y criada en El Tocuyo e hija de comerciantes, la menor de tres hermanos se acostumbró desde muy temprano a acumular diademas y cetros. En esos 20 años de vida, sus ojos claros y su metro ochenta de estatura nunca han vuelto a casa sin una corona, racha con la que se arropa para no bajar la guardia y afinar sus aptitudes con miras al Miss Universo, que se celebrará a principios del año próximo en un país sin confirmar. Aunque se sabe diestra al maquillarse, Habach concede que por el momento su debilidad es el arreglo del cabello. “Me ha costado dominarlo, pero ahí voy. También estoy puliendo mi inglés. Es una formación muy intensa: desde las siete de la mañana tengo clases de estilismo, baile, etiqueta, pruebas de vestuario, oratoria, fotopose, pasarela y maquillaje. Me estoy preparando para todo; para que me hagan preguntas políticas, sociales, económicas. De noche, voy al gimnasio”.

¿En qué diría que se diferencia la fantasía de ganar el Miss Venezuela de haber portado efectivamente esa banda sobre el pecho? “Es una responsabilidad. Desde que te paras delante de una cámara y tienes esa corona puesta ya estás representando a todo un país, pero al mismo tiempo es una experiencia que me ha hecho una mujer más completa. Todo lo que he vivido me lo quedo y todo suma, bueno o malo”, opina. “Mi estrategia para el Miss Universo es ser yo misma. No imitar. No sentir miedo de la belleza de otras mujeres. Tener siempre una sonrisa. En la quinta me dicen que con lo que me ponga me voy a ver bien, que lo que importa es la actitud y lo que proyecta tu interior”.

Tres en una

Ser la consentida de la casa –y la única niña– es uno de los rasgos con los que se define. “La verdad es que he recibido demasiado amor y una educación muy completa. Mi familia es sumamente unida. Mis abuelos maternos viven con nosotros y siempre me he sentido muy querida; gracias a Dios nunca me ha faltado nada. Hay gente que dice que soy un poco malcriada. A lo mejor es porque lo he tenido todo”, apunta. Hija de un comerciante sirio y de una bióloga con raíces italianas, Habach siente que canaliza tres culturas en una. ¿Cómo se ha vivido el conflicto sirio en su casa? “Mi papá es un hombre muy tranquilo y muy cariñoso, así que para él y su familia es un tema doloroso ver lo que está pasando allá. Toca afrontarlo”.

A año y medio de titularse como odontóloga, la reina saliente no cree en los esfuerzos a medias. Para dedicarse a su faceta de miss engavetó el uniforme azul y los instrumentos hasta nuevo aviso. “Detuve temporalmente mis estudios  porque esto es algo que requiere mucho tiempo y quise dedicarme a la preparación para el Miss Universo en 100%”. La relación con su novio, en cambio, sigue vigente. “Anthony siempre ha estado a mi lado y quiere que sea perfecta no solo para él, sino para todo el mundo. No le gusta verme llorar y me ha apoyado muchísimo en todo esto”. Luego desliza con picardía: “Ya le dije que se prepare, porque todavía le falta un año más”.

Palabra de miss

¿Una manía? Ser extremadamente ordenada. Me obsesionan la limpieza y el orden.

¿En qué se diferencia “la miss” de usted? En nada. Soy la misma de las fotos y de esta entrevista. No uso máscaras.

¿Hay una Miss Universo que admire? Cada una es distinta y tiene algo especial: la elegancia de Molly, la simpatía de Dayana, la perseverancia de Stefanía… De todas hay un poquito por absorber.

Dicen que los hombres se intimidan ante las mujeres bonitas. ¿Le pasa? Sí, me pasó con mi novio. Es como si los hombres creyeran que eres inalcanzable y no es así.

¿Cuál ha sido su voluntariado? Colaboré con la campaña Si te apuras qué ganas. He viajado a varios lugares para dar charlas preventivas sobre el embarazo precoz y reducir esa cifra en nuestro país.

¿Cuál es el peor consejo que le han dado? Que fuese capaz de hacer cualquier cosa por ganar el Miss Venezuela: romper un zapato, dañar un vestido… No lo haría nunca. Si algo no es para mí, así no lo quiero.

¿Con quién se tomaría una selfieCon la que quede agarrada de manos en el Miss Universo. Con la virreina.

Fuente El Nacional

Mariam Habach, invicta, Miss Venezuela 2015, concursos de belleza

Originally posted 2016-12-22 00:44:55.