Los Tres y su manera de hacer canciones

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Los Tres, agrupación venezolana, canciones, música urbana

La agrupación de música urbana vive el momento feliz de poder hacer de su propuesta un hecho absolutamente personal. A su gusto. Celebran la libertad creativa con un primer disco -por estrenar- y tres temas ya escuchados en la radio. Los visitamos en su estudio 0058, en Chuao, donde, además de componer, se asumen empresarios cool, como ellos mismos se definen.

Danny, Chucho y Rey -integrantes de la banda Los Tres- creen estar en ese punto donde hacer música urbana, como es su propuesta, tiene el sabor diferente que supone ser dueños de su estudio de grabación. Más aún, del concepto creativo en su totalidad.

Luego de establecerse como nueva agrupación, aseguran no encontrar equivalente en su pasado con el cual compararse. Según dicen, razones podrían abundar para presumir de ese camino que están trazando. Aquí, dos de ellas: tan solo llevan año y medio en el mercado, por lo cual aseguran que su propuesta resulta inédita. Luego, en el breve recorrido, han colocado en cartelera tres temas –Cállate y bésame, Cásate Conmigo, Inolvidable– que le han posibilitado el equilibrio que siempre buscaron: complacer los códigos de la industria y los de ellos.

Sienten que su canción independiente -esto es, sin disquera de por medio- representa una experiencia artísticamente liberadora. Pero ese estatus ha demandado definirse más allá del trabajo creativo. Ahora lucen la etiqueta de empresarios cool, como la llama Danny, uno de los gestores de este proyecto musical. Fue, de hecho, en el entorno familiar de Danny donde nacieron Los Tres. Chucho y Rey son los otros dos aliados de la trinidad.

Los jóvenes caraqueños se mofan entre sí de los cargos administrativos que les toca desempeñar, aunque, vale decir, no evaden las responsabilidades. Se hacen llamar CEO music business, los tres jefes de una iniciativa de negocios donde por primera vez llevan agenda, organizan estrategias de comercialización, aprovechan los recursos técnicos y exploran mercados no tradicionales.

La fórmula ha fluido con resultados positivos. Tan solo en 2015 -año de su debut- cumplieron 75 presentaciones. Dicen que en 12 años de trayectoria involucrados con diferentes agrupaciones nunca habían sentido que el éxito les mostrara una cara tan entusiasta.

«Se lo debemos a que antes nos enfocábamos en cumplir una pauta que alguien nos asignaba; ahora somos nosotros quienes estamos al frente de esas mismas pautas y empujamos el objetivo con mayor vigor», dice Rey, quien con 26 años es el más joven del trío.

Clasificada como urbana y tropical, la sonoridad de Los Tres -merengue, bachata, reguetón, rumba- ha encontrado cabida en mercados diversos, desde las fiestas corporativas hasta fiestas de 15 años, bautizos, cumpleaños en general, ferias y discotecas.

Dejan escapar su buen ánimo en el estudio 0058, en Chuao, desde donde despachan los días martes, puntualmente: Contestan solicitudes de temas, casi siempre escritos por Danny y Chucho, programan reuniones y reciben a artistas nacientes que buscan asesorías.

Pero el entendimiento de la música no es exclusivo del quehacer administrativo. Por ejemplo, cuando están en cabina de sonidos cada uno aspira a dejar el alma hasta conseguir en sus voces la esencia de las canciones. Así nació el primer álbum. Hasta ahora sin nombre. Septiembre sería el mes para presentarlo al público.

«Nuestra manera de hacer canciones tiene el objetivo de transmitir sentimientos», opina Rey. «Cuando nos reunimos para grabar debemos estar afinados y manejar la misma frecuencia emocional con lo que estamos cantando».

En el esquema seguido por Los Tres, cada uno graba por separado. Luego se ejecuta el ensamble de voces.

Sucede a veces, explica Chucho, que un tema puede tener la naturaleza de una rumba o de un despecho, y en esos casos es vital, además de la afinación, que el alma de quien lo interprete no esté desenfocada. «Si, definitivamente, uno de nosotros no encaja en el sentimiento de la canción, se sustituye por quién pueda hacerlo de la forma como fue concebido el tema».

En esa suerte de gerencia del instrumento vocal, recuerdan haber postergado grabaciones porque la energía del día no se adecuaba a las canciones. Y eso pueden hacerlo solo porque ahora cuenta con su propio estudio.

«Grabar es costoso», puntualiza Danny. «Una hora equivale a 15 dólares y una canción puede reclamar hasta seis horas de atención. Esto sin contar con los tiempos de producción, arreglos, ingeniería, masterización, que es el proceso de todo disco».

Rey agrega que hacer una canción no resulta sencillo. Se sigue paso a paso. Comienza con la idea del compositor. Luego se trabaja desde la computadora la estructura melódica, es decir, qué ritmo viste mejor al tema. Se procede entonces a la grabación individual de cada instrumento implicado. Y enseguida, las voces.

«Antes, lo que más odiaba era grabar canciones. Te hablo de mis experiencias anteriores», aclara Rey. «Nunca encontrábamos apoyo a nuestra esencia artística. No todos los empresarios de la música entienden que el nuestro es un trabajo sensorial. En este primer disco nos sentimos muy cómodos. Recibimos el tiempo adecuado, el que merecía cada canción».

Los Tres asumen ese nombre para satisfacer a los seguidores. Cuentan que todos sus fanáticos preguntaban: «¿Me puedo hacer una foto con los tres», «¿Van a estar los tres en la entrevista», «Quiero que me canten, pero los tres». Eso allanó el camino del bautizo. «Muchos creyeron que el nombre era falta de creatividad, pero al final del día, eso somos».

En lo personal, se revelan con caracteres distintos. Danny es el bohemio; Chucho es el relacionista público perfecto; y Rey, mediador, es el balance.

Desde el estudio 0058, Chucho y Danny sienten que se han concretado sus sueños musicales surgidos en el colegio Nuestra Señora del Camino, en Guatire, donde estudiaron. Rey se incorporó años más tarde, luego de ser seleccionado en un casting.

«En este lugar han nacido temas emblemáticos de nuestra generación», dicen en relación con el estudio 0050, y se refieren a canciones como y yo, de Nacho, y Mi Cachorrita, de Oscarcito. Ambas interpretadas por la agrupación Calle Ciega.

Dany, el espíritu artístico de Los Tres, echa por tierra el comentario de algún colega suyo que ha acusado a la naciente agrupación de hacer «música puritana».

«No alzamos banderas ideológicas. Podemos cantar en todos los templetes, pero solo nuestras canciones. No hacemos un jingle político, a pesar de que nos han pedido. No nos interesa. Somos una banda que habla de cómo pasarla bien en la vida, de cómo el amor puede hacerte mejor persona o de cómo el sexo te hace feliz. Si no denigrar de la mujer es ser puritano entonces preferimos seguir siendo puritanos. Queremos que cuando la gente escuche los minutos que duran nuestras canciones sientan que ese sonido y ese breve tiempo les ha sumado energías».

Fuente Estampas

Los Tres, agrupación venezolana, canciones, música urbana

Originally posted 2016-08-10 20:35:40.