Wemp Pacheco ha seguido los pasos de uno de sus más fuertes rivales. “Los coreanos dicen que practican 10 horas diarias”. Para equipararlos pasa al día unas nueve horas resolviendo y buscando soluciones a problemas matemáticos. El joven de 16 años es parte de una delegación que también buscará medallas para el país en los próximos meses. Junto con Amanda Vanegas e Iván Daniel Rodríguez es parte de la Vinotinto de Matemática que se medirá a principios de julio en la edición 57ª de las Olimpiadas Internacionales de Matemáticas que se celebrarán en Hong Kong.
Un atleta de los números se forma como cualquier otro, con mucha práctica. “Mi rutina tiene dos partes. Una que hago individualmente: siempre estoy haciendo problemas, resolviendo problemas y pensando en maneras de resolver problemas. Y la otra parte son los entrenamientos presenciales, en los que trabajamos toda la delegación y los tutores”, dice Pacheco, que desde su aula de quinto año de la Unidad Básica y Diversificada Calicantina de Maracay ya tiene claro que quiere estudiar en el Instituto Tecnológico de Massachussets, el mítico MIT, y doctorarse en Matemáticas.
Los otros dos integrantes de la delegación coinciden en que conforme se acerque la fecha de las Olimpiadas irán aumentando las horas de entrenamiento para tonificar el músculo de la lógica y el cálculo. Sin embargo, Pacheco sabe, por experiencia, que una semana antes hay que parar el estudio y acopiar serenidad para las pruebas a las que se enfrentarán: tres problemas matemáticos para resolver en cuatro horas y media ante cientos de competidores de todo el mundo reunidos en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong, una de las cinco más importantes de Asia.
“No siempre fue fácil para mí, hubo un tiempo que tuve problemas con los cálculos algorítmicos. Pero lo que sé de matemática es resultado de mi esfuerzo, de todas las horas dedicadas a esto y los días que estuve sin entender algo hasta que encontré la manera de resolverlo”, dice Pacheco, que comparte su afición por los números con la lectura, pasiones que entrecruza. “Me estoy leyendo ahora un libro sobre los números complejos”.
Amanda Vanegas, de 17 años de edad y estudiante de cuarto año en el colegio San Francisco de Asís, en Maracaibo, se enamoró de las matemáticas en cuarto grado, cuando se inscribió para unas olimpiadas locales y sin estudiar obtuvo una medalla de plata. Horas de práctica y algo de genética, pues sus dos abuelos son matemáticos, la metieron en la carrera por los números en las que hace rato superó el nivel del bachillerato. “En las clases de Matemáticas del colegio me duermo”, bromea. Su participación en las OIM suma a la presencia femenina en esta disciplinas. En la historia del evento, solo 10% de los competidores han sido mujeres.
De la capital es el tercer miembro de la delegación. Iván Daniel Rodríguez, alumno del colegio Santiago de León de Caracas, tiene una motivación creativa con la matemática. “En el colegio te enseñan el camino directo para llegar a una solución, en las olimpiadas hay que ser creativo. Creo que los jóvenes no preguntan lo suficiente y la manera de enseñar la matemática es muy rígida, cuando es un asunto de creatividad, es encontrar algo que otro no ha visto y aprender a pensar por ti mismo para buscar la verdad”.
Comparte con Vanegas el interés por estudiar Ingeniería Mecánica cuando salga del colegio, aunque ella también evalúa la opción de la Electrónica y la Física pura. Como gran parte de esta generación tienen la intención de hacerlo fuera del país. “Estoy pensando en estudiar en una universidad extranjera, porque las oportunidades no son tan buenas para el área científica en el país. Intentaré dar el salto afuera”.
Fondos para la delegación
Desde 1981 Venezuela participa en las Olimpiadas Internacionales de Matemáticas, la competencia más antigua que mide los conocimientos numéricos de bachilleres de todo el mundo. El país acumula dos platas y varios bronces, pero todavía espera por el oro matemático. José Nieto, profesor de la Universidad del Zulia, es tutor de los tres estudiantes y por años se ha dedicado a captar esos talentos en las aulas del país. La carrera para llegar a las OIM comienza con una prueba llamada Canguro. Un examen de 30 preguntas de selección simple. “Es una prueba bastante sencilla que se aplica en unos 100 países. Ahí no se dan premios ni medallas, solo se determina el entusiasmo por la matemática. Después de ahí van a una prueba regional en cada estado y luego a la final nacional con los mejores del país”.
Esta Vinotinto suma 13 premios individuales en competencias internacionales (2 oro, 2 plata, 3 bronce y 6 menciones honoríficas) y la Copa El Salvador, en las que han participado con el apoyo de la Asociación Venezolana de Competencias Matemáticas. A través de la web www.vinotintomatematica.com la delegación busca fondos, en bolívares y en dólares, para financiar el viaje y la estadía en Hong Kong entre el 6 y el 16 de julio. La campaña de recaudación, que está casi completa, finaliza hoy.
Fuente El Nacional / El Nacional Web
Originally posted 2016-05-27 22:12:07.