La escritora y diseñadora caraqueña reúne sus logotipos, carátulas, libros e ilustraciones en diversos formatos y soportes para hablar de lo esencial. “Es asombroso porque comprendí qué es lo que hago y por qué”
Cuando le propusieron a Menena Cottin que hiciera una exposición con el trabajo de su vida, ella registró cada rincón posible de su memoria. Y todo se llenó de papeles. Como en una versión de La casa tomada de Julio Cortázar, recuerda.
No sabía por dónde comenzar. Desplegó en el comedor y en la sala de su apartamento archivos de la época en la que salió del Instituto de Diseño / Fundación Neumann. Luego vino el orden cronológico de su recorrido por la escritura, la ilustración y el diseño. “Es asombroso porque comprendí qué es lo que yo hago y por qué”, dice. Todo se resumía a una idea fundamental: la búsqueda del concepto, de la sencillez para enviar el mensaje con el mínimo de recursos y hacerlo cada vez más claro.
Finalmente la idea se materializó en una exposición visualmente muy atractiva, lúdica, diversa. En ella se reúnen sus logotipos, carátulas, afiches, libros e ilustraciones en diversos formatos y soportes (impreso y digital). Es como entrar al mundo de la imaginación, que está lleno de amigos, solo hay que descubrirlos, como escribió en Para Lucía en su primer día, dedicado a una de sus nietas.
Esta propuesta se tituló Buscando la esencia. Concepto, diseño, ilustración y se presenta en la Sala TAC del Trasnocho Cultural desde el domingo 15 de mayo. Permanecerá abierta al público hasta el 26 de junio, con la curaduría y museografía de Pedro Quintero. Las palabras del catálogo corresponden a Fanuel Hanán Díaz.
La exposición incluye sonidos, anécdotas, enseñanza –para adultos y niños– sobre el valor de las diferencias, el paso del tiempo, lo absoluto y lo relativo, el vacío, el día y la noche, la identidad, el equilibrio y el alfabeto. “Porque basta que se junten dos para volverse importante. Y mientras más se juntan, más interesante se vuelve”, dice la escritora y diseñadora gráfica caraqueña durante una visita guiada que ofrece la sala como parte de las actividades complementarias.
Incluye textos reconocidos internacionalmente como El libro negro de los colores, cuyas ilustraciones son de Rosana Faría, en las que Cottin describe los tonos con asociaciones de sabores y otras sensaciones. En esta sección de la muestra se habilitó un espacio totalmente a oscuras para que el espectador pueda acercarse aún más a esta idea; por allí corren los niños felices y escandalosos.
“Hoy en día trabajo los libros que han llamado conceptuales. Porque son libros que, aunque quizás le ponen la etiqueta de infantiles, me los planteo así. La mayoría hablan de algo que a mí me angustia y que quiero compartir de alguna manera con alguien. Lo interesante de esta muestra es que me emociona entrar en contacto con el lector, porque el trabajo de uno es muy solitario. Te encierras en un cuarto a crear y después que sale un libro nunca lo acompañas, no sabes qué sintió quien lo recibió”, agrega la artista.
A propósito de la exposición, que se complementa con el humor, se realizarán otros eventos. El jueves se llevará a cabo un conversatorio con el curador y el diseñador industrial Christian Oporto, además de la editora Mónica Berna. Y en junio se hará el lanzamiento de un audiolibro basado en un texto que Cottin publicó hace un par de años, Cierra los ojos que vamos a ver.
“Estoy muy contenta con esta muestra y me contagia la alegría de la gente. Creo que se siente feliz. Es algo que necesitamos”, finaliza la artista.
Fuente El Nacional / El Nacional Web
Originally posted 2016-05-23 19:14:05.