La nueva vida a la que se adapta Deyna Castellanos

Si la vida de Deyna Castellanos fuese una película, por estos días transcurriría como una de esas comedias juveniles estadounidenses sobre la universidad. Ella sería la chica nueva que llega al recinto académico, teniendo que ajustar su modo de hacer a todo lo que transcurre en Tallahasee, en el campus de la Universidad del Estado de la Florida.

Sin embargo, y a diferencia de lo que suele pasarle a la protagonista de este tipo de películas, que suelen ser un poco torpes y con dificultades para adaptarse, la maracayera vivió el proceso completamente opuesto.

“La gente es muy chévere acá, el grupo del fútbol es increíble, es como una familia”, contó Castellanos desde Estados Unidos, poco antes de viajar a Jordania para incorporarse a la selección nacional sub-17 femenina, con la que disputará desde el viernes su segundo mundial de la categoría.

La atacante comenzó a estudiar periodismo en la universidad, de la que cuenta, su campus es mucho más grande de lo que pudo imaginarse. “Una ve estas cosas en películas y no se imagina que es así, pero son instalaciones realmente increíbles. Además, la gente es muy alegre y colaboradora, me tratan como una más, y me he adaptado realmente bien a pesar de que aún no domino bien el inglés”, expuso.

“Lo más difícil ha sido el idioma”, aseguró con aplomo y personalidad, raros para una jovencita de apenas 17 años de edad. “Poco a poco lo voy agarrando, es algo de aprenderlo todos los días, porque obviamente aquí todo es en inglés. Desde compartir con la gente en el día a día, las prácticas de fútbol, y las clases. Todo es en inglés.  Las clases es donde cuesta más”, contó.

La maracayera ve cuatro materias en su primer término académico en USF (por sus siglas en inglés). “Se me ha hecho complicado, pero tengo tutores, como todos los atletas de la universidad, que te ayudan bastante“, dijo. “También los profesores están conscientes de mi situación, de que debo viajar y estar fuera para jugar con la selección, y son muy comprensivos. En este primer corte veo matemática, inglés, sociología e historia”, precisó.

Trabajo duro. Pero Castellanos no solo debe ajustar su vida a vivir en una nueva ciudad, en residencias universitarias lejos de sus padres y con nuevas amistades. A la ex de la escuela Juan Arango también le toca adaptarse al tren de trabajo de la NCAA, la liga universitaria de fútbol estadounidense.

“Es muy exigente”, contó la maracayera, que ha ganado de forma notable masa muscular en sus piernas y definición en su torso. “Son entrenamientos de mucho nivel, que ponen a prueba las destrezas físicas. Se parece mucho a lo que desarrolla el cuerpo técnico de la selección. Esto nos beneficia a todas, nos ayuda mucho”, apuntó.

En lo táctico, no obstante, nada cambió. La facilidad con la que anota (tiene cinco tantos en cinco encuentros disputados, algunos de ellos con toques de calidad impresionantes), deja ver claramente que la hija de Yrene y Richard no tiene problemas para jugar con los Seminoles, el nombre del equipo de la universidad.

“Aquí me ha tocado jugar de nueve y de mediocampista. No es algo nuevo para mí, es donde he jugado siempre, y me siento realmente muy cómoda en esa posición. Es un privilegio estar en una de las ligas más importantes del mundo, y espero sacarle todo el provecho posible a esta experiencia de vida”, destacó.

Todo o nada

Para Castellanos el grupo de Venezuela en el Mundial que empieza el próximo viernes, es el más complicado del certamen. “Jugamos contra Alemania (30/9, 7:30am), que viene de ser campeona de Europa y es un rival durísimo, después tenemos a Camerún (3/10, 8:30am), que es un equipo muy físico pero somos superiores en lo técnico, y Canadá (7/10, 11:30am) tiene gran nivel pero se le puede competir. Nuestra meta es alta. No nos conformamos con otra cosa que ser campeonas del Mundo”, remató. El torneo podrá ser visto en Venezuela por Venevisión.