Jacinto Convit, su vida la dedicó a la investigación científica. Siendo uno de sus mayores logros el desarrollo de la vacuna contra la lepra en 1987. Además, aportó valiosos avances al conocimiento de otras enfermedades infecciosas, como la leshmaniasis logrando también crear una vacuna. Siempre se sintió conmovido por la estigmatización sufrida por los pacientes que sufrían de lepra, y trabajó por y con ellos.
Los últimos años de su vida los dedicó a conseguir la cura contra el cáncer. «No me quita el sueño ganar el Premio Nobel, pero si hallar la cura para el cáncer», llegó a afirmar. Su último estudio lo publicó en 2013 a la edad de 100 años.
Su dedicación y esfuerzo a la ciencia médica fue reconocido por el mundo en 1988, cuando fue postulado al Premio Nobel de Medicina.