El doctor Joel Antonio Gutiérrez tiene 15 años trabajando en la modificación de tutores externos para muñecas y dedos.
Como una manera de luchar contra la escasez y los altos precios de los aparatos medicoquirúrgicos, el traumatólogo y cirujano de la mano Joel Antonio Gutiérrez, del Hospital Miguel Pérez Carreño, ha modificado cuatro modelos de tutores para tratar fracturas de alta energía. Su innovación permite evitar tratamientos radicales, como la amputación.
Hace tres meses Alexis Riso fue víctima de un ataque de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana que lo confundieron a él y a su hijo con delincuentes, y les dispararon sin siquiera dar voz de alto. El hijo murió. Riso recibió 13 disparos, 3 de estos en la mano derecha. Los proyectiles destrozaron los huesos de la muñeca, y aún tiene uno incrustado entre los huesos metacarpianos.
Luego de dos meses con la mano enyesada y totalmente inmovilizada en el Pérez Carreño, el doctor Gutiérrez le puso un aparato de tipo distractor que separa los huesos partidos y permite la formación de tejido calloso. Riso tiene tres barras incrustadas entre el dedo pulgar y el antebrazo, y un arco de acero quirúrgico que inmoviliza la muñeca pero que permite el movimiento de los dedos. “Eso garantiza que no se entumezcan los dedos, que baje la hinchazón y que luego la rehabilitación sea más fácil y rápida”. El hombre requiere al menos otras tres intervenciones.
El médico reconoce que los aparatos tutores existen desde hace muchos años, pero los suyos son una alternativa para quienes presentan fracturas con pérdida de sustancia ósea. “Tenemos que aportar al país para superar problemas de salud y paliar los obstáculos económicos”, dice. Un tutor externo para muñeca puede costar más de 60.000 bolívares, si se importa. Gutiérrez los fabrica con ayuda de familiares ingenieros y se los da gratuitamente a los pacientes. “Pueden reesterilizarse y reutilizarse. Si se masificaran dentro de nuestros hospitales podríamos tener menos costo con un producto fabricado por nosotros”.
Egresado de la UCV, Gutiérrez, de 60 años de edad, se formó como traumatólogo en el Pérez Carreño y luego se especializó en cirugía de la mano. Tiene 15 años trabajando en la modificación de tutores externos para muñecas y dedos.
Fuente El Nacional / El Nacional Web
Originally posted 2016-06-14 17:57:00.