En Choroní, la naturaleza, decide el menú, gastronomía
El plato fuerte del hospedaje es la cena y en ella se lucen, como platos principales, los pescados de temporada
“A mí me gusta trabajar con ingredientes nobles de Choroní: pescado, auyama y papelón”, dice Omar Sulbarán, responsable de la cocina de Posada Bequevé, que no incluye en la lista ni el cacao ni el café. El primero no abunda en los mercados de la localidad aragueña y el segundo ha perdido calidad, asegura Sulbarán. mientras sirve un guayoyo elaborado con granos que llegan desde Guaricó, en Lara, y ofrece los buñuelos que prepara Yusmila Calanche, su ayudante, para la merienda.
La cena se sirve a partir de las 8:00 pm. El comedor tiene vista al jardín y al río Choroní, y el menú se compone de cuatro platos, el principal, pescado. ¿Ejemplo? El carite lucio sobre papas salteadas que se sirvió después de un ceviche con piña e hilos de ocumo y un risotto de auyama, entrada y primer plato de un menú que finalizó con delicada de parchita. ¿Otro? El salmonete frito con mantequilla de limón y culantro, y guarnición de tostones y tajadas, preparación que siguió a un tartar de atún y a un espaguetti en salsa blanca de berenjena y pecorino, en la cena que tuvo como postre pie de auyama con melado de papelón.
Para beber vinos –muy pronto serán los caroreños de Bodegas Pomar–, destilados y cocteles preparados por Juan Gómez, que además de servir la cena apoya a Julio Blanco en el mantenimiento de la posada. Los jardines son prueba del buen equipo que hacen.
Temprano en la mañana café, antes del desayuno criollo con las arepas de maíz que muele Sulbarán a primera hora del día, y los contornos que prepara Kelimar Pirela: perico, carne mechada, pisillo de pescado, pollo guisado y queso rallado. De su servicio se encarga Clarens Arraiz, también responsable de las habitaciones de la posada, que no ofrece almuerzo pues la gran mayoría de los huéspedes prefiere hacerlo a la orilla del mar, pero sí snacks para quienes prefieren disfrutar del día en sus instalaciones: dedos de mozzarella con salsa de tomate a la que Sulbarán añade un punto de guayaba, croquetas o hamburguesas de pescado.
Lo comenta Yuresky Bastidas, responsable del hospedaje, que abrió sus puertas hace dos años en una casona estilo colonial localizada entre Choroní y Puerto Colombia, de la que se mantienen tres habitaciones, a las que se añaden las cuatro que ofrece el ala más moderna de Bequevé Choroní, propiedad de Carlos Morales y posada hermana de Bequevé Los Roques.
Fuente El Nacional
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