Emigración, oportunidad, crecimiento personal, venezolanos en el exterior
Partiendo de la premisa de que el crecimiento personal es un proceso de desarrollo evolutivo e integral que el individuo puede experimentar de manera continua durante toda su existencia, nos preguntamos ¿emigrar significa buscar nuestro crecimiento personal?, ¿es un paso más hacia la búsqueda de ese ser integral que todos queremos ser?
La respuesta es sí, pues emigrar implica todo un proceso lleno de emoción, reflexión y sobre todo sabiduría que se adquiere al vivir en otro país y enfrentarse a diversos desafíos emocionales, personales, espirituales, y a lo más difícil: Extrañar a la familia y amigos que se dejaron atrás.
Vivir en otro país deja en quien decide emigrar muchas enseñanzas que lo van a enriquecer en lo intelectual, profesional y personal, lo cual produce un cambio que implica un crecimiento interior muy importante. Sentir que ya no se cuenta con el apoyo y cercanía de familiares y amigos, genera angustia y ansiedad, y es lo que se conoce como el desarraigo.
Es un gran desafío emigrar, y hay que ser muy valiente para tomar esta decisión, pero quien se enfrenta a este reto encontrará en el camino un sinfín de cosas que le harán crecer y fortalecerse como persona.
Nueva etapa
Vivir en un país nuevo significa una vida nueva, estar abierto a nuevas experiencias, aprendizajes, culturas y especialmente al enriquecimiento personal y espiritual que deja el interactuar con personas diferentes en un ambiente culturalmente diferente.
Al ser inmigrante y aceptar que se es diferente al resto de personas, ya se estamos dando un primer paso a la adaptación y a la integración en una nueva sociedad, a la que con esfuerzo y trabajo aportaremos cosas positivas.
Ser inmigrante es sinónimos de lucha, de logros, esfuerzo, trabajo, sacrificio y especialmente de superación, por lo tanto esto tiene un determinante significado en el crecimiento personal, y estas son las razones:
– Ser más fuerte: Ser emigrante nos hace una persona más fuerte y nos pone a prueba en cuanto a la seguridad en nosotros mismos. Nos permite desarrollar nuevas herramientas a través de los nuevos aprendizajes y será más fácil adaptarnos a circunstancias inesperadas.
– Aprendemos a conocernos: Durante todo este proceso aprendemos a conocernos, pues al estar en un entorno diferente nos hace estar más consciente de nuestra esencia y características.
– Aprendizaje: En un nuevo país todos los días estamos aprendiendo algo nuevo de las personas con las que interactuamos, lo cual nos permite tener una visión más amplia, ser más flexible y tolerante con las diferencias.
– Valorar: Al estar lejos de nuestros seres queridos nos permite valorarlos más y esto hace que los lazos se estrechen y aquellos pocos momentos que se comparten tengan un significado especial.
– Apreciar la soledad: Estar solos nos ayuda a socializar, buscar comunicación con otras personas, lo cual nos hace ser más independientes.
– Sentimiento de libertad: Experimentar ese sentimiento de libertad nos permite empezar a ver lo que realmente somos y comenzar a decidir por nosotros mismos lo que queremos ser.
En definitiva, el emigrar nos da la oportunidad de descubrirnos a nosotros mismos, tener un sentimiento de libertad, aumentar nuestra autoestima al alcanzar nuestras propias metas, y por lo tanto lograr un mayor crecimiento como personas superando lo que necesitábamos superar y cambiando aquello que no nos gustaba.
Fuente Inmigrantes en Madrid
Emigración, oportunidad, crecimiento personal, venezolanos en el exterior
Originally posted 2016-12-08 21:35:23.