novato, no es cuento, beisbol, beisbol venezolano
En la primera parte de la campaña Aaron Judge fue el novicio más sobresaliente en la Liga Americana
Si el beisbol es el tema escogido, escribir con lapsos considerables de anticipación, es un riesgo. Estamos a mediados de julio y los treinta equipos de las ligas mayores pasaron de largo la mitad del calendario regular, pero todavía resta poco más de dos meses de temporada. Cualquier cosa puede ocurrir. Sin embargo, vamos a asumir el desafío que el tiempo puede convertir en un disparate periodístico.
Aaron Judge, el jardinero de 25 años de edad de los Yanquis de Nueva York, es el protagonista de esta historia. A esta hora sus actuaciones ofensivas, de extenderse, podrían trastocar la historia de la gran carpa, y esa es la excusa para estas líneas.
La llegada del receso del Juego de Estrellas, el 11 de julio en Miami, halló al toletero derecho con la estimable perspectiva de ser el «Novato del Año» de la Liga Americana en 2017, y el primer integrante de la franquicia en recibir el galardón a partir de 1996 cuando lo obtuvo el campocorto Derek Jeter.
Antes de 2017, Judge no había puesto un pie sobre un terreno de grandes ligas, pero la muestra de sus estadísticas alcanza una magnitud tal, que aún ausentándose por el resto de la campaña, no sabemos qué tendría que ocurrir para que el trofeo no concluya en sus manos. Por ejemplo, su jonrón del pasado 7 de julio, no solo fue el número 30. Asimismo sirvió para superar la marca para un novato de los Yanquis, en poder del mítico Joe DiMaggio desde 1936.
¿Sabían, que junto a los Atléticos, los Yanquis es la escuadra de la Americana con más “Novatos del Año” en su haber? El reconocimiento fue institucionalizado en 1947 por la Asociación de Cronistas de Beisbol de Estados Unidos, y desde entonces por el Nueva York lo recibieron el infielder Gil McDougald en 1951, el pitcher Bob Grim en 1954, el campocorto Tony Kubek en 1957, el jardinero Tom Tresh en en 1962, el lanzador Stan Bahnsen en 1968, el cátcher Thurman Munson en 1970, el pitcher Dave Righetti en 1981 y el torpedero Jeter en 1996.
Hasta aquí, el peligro de ver desvirtuada la naturaleza de este artículo, estaría reducida a una considerable probabilidad. Los logros de Judge en los primeros 86 juegos de los Yanquis no pueden ser borrados de la faz de la Tierra, y en todo caso, alguien tendría siquiera que acercarse durante la segunda mitad del calendario. Como pasó con Willie McCovey en 1959. El toletero y primera base de los Gigantes de San Francisco no debutó en la gran carpa sino hasta el 30 de julio de ese año. Solo participó en 52 desafíos pero coleccionó 13 cuadrangulares, remolcó 38 carreras y bateó para .354 puntos. Por unanimidad fue “Novato del Año” en la Liga Nacional.
Sin embargo, observen cómo andan las cosas para el chico de Nueva York, más allá de sus posibilidades tangibles de conquistar el título, en los mismos renglones en los que descolló McCovey en un período tan breve.
Parecería un contrasentido frente a la bien ganada fama de los Yanquis como una novena de una tradicional ofensiva de largo alcance desde tiempos inmemoriales, ¿pero estaban enterados de que apenas ocho integrantes de Nueva York se han proclamado líderes de bateo en la Americana? A saber, Babe Ruth en 1924, Lou Gehrig en 1934, Joe DiMaggio en 1939 y 1940, Snuffy Stirnweiss en 1945, Mickey Mantle en 1956, Don Mattingly en 1984, Paul O’Neill en 1994 y el puertorriqueño Bernie Williams en 1998.
En cambio, los topes en los departamentos de los jonrones y de carreras empujadas, son lugares habituales para los toleteros de los Yanquis como luce Aaron con autenticidad hasta este instante. Wally Pipp fue el primer integrante de los Yanquis en adueñarse de la categoría de los vuelacercas, con 12 en 1916. A partir de allí ha acontecido en veintiocho ocasiones, la última en 2009 a cargo de Mark Teixeira con 39 jonrones.
En el apartado de las carreras impulsadas hay una relación muy similar a la de los vuelacercas. En 20 oportunidades alguien de los Yanquis ha concluido en la cima. El catálogo lo inició Babe Ruth en 1920 con 135 y lo cierra Curtis Granderson con 119 rayitas impulsadas en 2010.
El reinicio de la temporada el 14 de julio, encontró a los Yanquis de visita en el Fenway Park de Boston, para una crucial serie de cuatro juegos con los Medias Rojas, y a Judge con un promedio de .329 puntos en bateo, 66 remolcadas y el número uno con 30 para la calle. ¿Puro cuento?
Fuente El Nacional
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