El cacao, Paria Shakti, Venezuela, naturaleza
“Soy mamá de Luciano (9 años), Aurelio (4 años) y de tres mil sesenta plantas de cacao”, dice Greta Purnima Sánchez con una sonrisa amplia que ilumina a quien le mira. Caraqueña de nacimiento, creció en Berkeley, California. Estudió Artes y Actuación y retornó a Venezuela en 2007. “A los 52 días de haber dado a luz a mi primer hijo me vine a vivir a la Península de Paria”. Tiene ya nueve años allí y es uno de los rostros femeninos de la cacaocultura venezolana. Con el apoyo de su familia dio vida a Paria Shakti en una pequeña hacienda de cacao en el valle de San Francisco Chacaracual. “Lo trabajo de manera holística porque lo concibo como un alimento para el cuerpo y el alma”, afirma.
En las cuatro hectáreas de Paria Shakti, desarrolla su trabajo bajo la filosofía Tree to bar (del árbol a la barra). La primera tableta la hizo el año pasado y ahora ensaya bombones, pero es conocida por las trufas de cacao. “Son masas de cacao fermentado, edulcoradas con frutas deshidratadas y especias. Cada una es hecha a mano”. Las hay de diez sabores. Una se llama Kundalini y tiene ají chirel y naranja cajera. Estos y otros productos (nibs de cacao, licor de cacao, entre otros derivados nobles) se comercializan en Galanga (Mercado de Chacao).
Fuente Estampas
El cacao, Paria Shakti, Venezuela, naturaleza