Dross dió el primer paso en youtube a su sueño literario

Las fantasías de Dross empiezan a materializarse, esas que surgieron cuando leía a Otrova Gomas, Stephen King, Isaac Asimov o Agatha Christie.

Es lo inverso a la tendencia. Del mundo virtual pasa al papel, ese que tanto se ha dicho que va a desaparecer. Y es que la red no le es suficiente a quien se hizo famoso en Youtube con videos sobre hechos insólitos. Ahora hace públicos esos mundos propios e imaginarios en los libros Luna de Plutón (2015) y Festival de la blasfemia (2016), ambos editados por Planeta.

Dross es su apodo. En su cédula aparece Ángel David Revilla y tiene 34 años de edad. En su canal de Youtube hay más de 800 videos. Uno de los más recientes y también de los más vistos –tiene 3,1 millones de reproducciones– es Las 7 historias más perturbadoras de Pokemon Go, un top de esos en los que enumera momentos escalofriantes, mórbidos o bizarros. En esta grabación cuenta cómo una joven encontró un cadáver mientras jugaba con la aplicación o cómo estas pequeñas criaturas pueden encontrarse por doquier en cementerios. En otro habla sobre las 7 llamadas más escalofriantes al 911.

“Mis primeros pasos en Youtube fueron con la intención de ver si crecía lo suficiente para que una editorial, por decirlo de una manera criolla, me parara bolas”, cuenta Dross.

Es modesto. No se considera una estrella, aunque en la calle lo reconocen y le piden fotos, lo normal en una persona con más de 9 millones de suscriptores en su canal de Youtube. “Me da pena ajena catalogarme a mí mismo como famoso”.

Sin embargo, admite que hay un antes y un después bien definido: “Eso me pone nervioso. Cuando estoy cerca de mi casa, hay gente que me identifica y no quiero eso. Me pasó que cuando vivía en Caballito, en Buenos Aires, me tocaban el timbre. No deseo que eso se repita. Noto que lo que digo tiene más repercusión, no porque necesariamente sea importante sino porque hay mucha gente pendiente. Mi número de teléfono se ha filtrado y a veces me llaman. Una vez un taxista me reconoció y llamó a su hijo para que yo hablara con él. Cuando estuve de gira por Perú y Chile me paraban en aeropuertos y en el avión”.

Los seguidores de Dross, incluso, le escriben por correo para contarle problemas personales o enviarle mensajes “subidos de tono”. La locura, como él lo llama en el mejor sentido, comenzó a finales de 2014, cuando hubo un giro en los temas tratados. Las reseñas de películas y videojuegos quedaron a un lado para dar cabida a los relatos terroríficos. “He aprendido con los años que la gente tiene hambre de ser entretenida. Ellos esperan mis videos tres veces a la semana, religiosamente. Esa es mi obligación, mi responsabilidad y también mi placer”, agrega.

Son varios los textos de Dross, pero la editorial decidió publicar primero Luna de Plutón, que terminó cuando tenía 23 años de edad. “Les envié todos. Por eso digo que es algo de la providencia. Fue el primero que escribí y el primero en ser publicado. Es una épica especial. Festival de la blasfemia es un libro de humor negro, transgresor y oscuro, con un protagonista llamado Melchor que es un bastardo, políticamente incorrecto hasta la madre, que narra sus desventuras en el infierno”.

Su obra empezó a ser publicada, pero por los momentos no se retirará de Youtube, aunque sí está en los planes. “Llegará el momento, no será pronto. Me quedan varios años porque hay muchas cosas que quiero ofrecer a la gente en el horror. Tal vez se me ocurra otra cosa, pero eventualmente me veo dedicado a la escritura a tiempo completo”.

Considera que el género ha sido discriminado en América Latina. “Hay muchos imberbes, personas equivocadas que discriminan a los escritores hispano parlantes de este tipo, lo que me parece una idiotez. Hay talentos que pueden escudriñar e imaginar algo tan bueno o superior a El señor de los anillos o Harry Potter. Así como ha habido un boom de directores latinos en Hollywood, estoy seguro de que todavía tienen que aportar más nuestros escritores en la ciencia ficción y fantasía”.

Una vida bastante calculada

Ángel David Revilla, nacido en Maracaibo el 16 de julio de 1982, se graduó de Comunicación Social, mención audiovisual en la Universidad Santa María, pero asegura que no sentía que el país le ofrecía las oportunidades para lograr sus objetivos. “Lo mejor era mudarme. En Argentina se lee bastante, grandes editoriales tienen su casa matriz en este país y hasta Google tiene una sede acá. Me convenía”, dice quien desde 2007 vive en Buenos Aires.

Los países donde es popular son México, Argentina, Chile Venezuela, Perú, Colombia, España y Estados Unidos, en ese orden, según Google Analytics.

Su apodo se remonta a 1997, a esa época de Internet en la que la conexión ocupaba la línea telefónica y ocasionaba grandes molestias a familiares imposibilitados de llamar o recibir llamadas. Revilla decidió llamarse Dross, como el luchador Droz, para participar en foros sobre videojuegos.