Cuando el bolero lo es todo

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Cuando, bolero, es todo

A pesar de sus diferencias generacionales, Gian Faraone y Los Hermanos Rodríguez se encontraron en el escenario y fue tanta su empatía que decidieron unir sus voces en el disco «Boleros forever», una antología al género romántico. Entre grabaciones, ensayos y presentaciones, el «crooner» de origen ítalo-venezolano le pide consejos profesionales a estas luminarias de la música

¿Ellos? Ignacio, Alberto y Sergio, son conocidos en el showbiz como Los Hermanos Rodríguez, leyendas vivientes del canto. Con 50 años de carrera, figuran en el libro Guinness de récords como el grupo con lazos consanguíneos más longevo del mundo. ¿Él? Gian Faraone sólo suma tres décadas de vida y es identificado como el virtuoso «crooner» venezolano que rinde homenaje a Frank Sinatra. Sin embargo, hace dos años se encontraron en el escenario y ahora se unen en una antología al bolero llamada «Boleros forever», que espera llegar a las discotiendas en los próximos meses.

Aunque nacidos en Caracas, por las venas del trío corre sangre canaria y por las del joven intérprete linaje proveniente de Nápoles y Sicilia. No obstante, los une su pasión por el género centenario engendrado en La Habana y el deseo de comunicarse con su público, en esta ocasión, a través de «Nosotros», «Noche de ronda», «En un beso la vida», «Bésame mucho», «Amapola», «Cuando estemos viejos», «Frenesí», «Piel canela», «Sin ti», «Solamente una vez», «Sabor a mí» y «Tú me acostumbraste», temas que integrarán la placa en la que trabajan.

«El bolero tiene un repertorio muy extenso, así que si todo va bien con este disco y el público nos lo permite esperamos hacer un volumen 2. Son muchas las canciones que no pudimos incluir», adelanta Gian Faraone, quien expresa su admiración por Los Hermanos Rodríguez, quienes a lo largo de su carrera han alternado en tarima con Pedro Vargas, Armando Manzanero, Lucho Gatica, Julio Iglesias, Celia Cruz, José Alberto «El Canario», Vicky Carr, Danny Rivera, José Luis Rodríguez y Dyango, entre otras estrellas de la interpretación.

¿Qué es el bolero para ustedes?
Gian: «Es una forma artística de mucha trascendencia que no pasa de moda. Para mí el bolero es patrimonio cultural de Latinoamérica, nuestro legado para el mundo y es universal porque tiene un tema para cada estado emocional».
Los Hermanos Rodríguez: «Para nosotros es toda nuestra vida. Ya a los 10 años estábamos cantándolo en programas infantiles. Es la inclinación más grande tenemos y se ha convertido en parte esencial de nuestra existencia, de todo lo que hacemos. Las letras y poesías que nos dan, las armonizamos y las convertimos en boleros. No hay ninguna parte en el mundo al que no haya llegado, hasta Asia ha llegado».

¿Consideran que tiene vigencia en la sociedad latinoamericana y en la venezolana, particularmente?
G: «Sí, la música urbana domina las carteleras, pero el bolero siempre va a tener cabida. Para mí como joven intérprete es un gran desafío poder atraer a la generación de hoy a este género».
LHR: «¡Uy!, ¿cómo no?, ¡Ahora más que nunca!, sobre todo, en estos tiempos de cólera como dice el libro de Gabriel García Márquez, en los que la barbarie se ha convertido en normalidad. El bolero siempre tiene un tema para cada situación, para el encanto y, a veces, para el desencanto también; la esperanza y el amor, es esencial en la vida. No hay una película que no incluya uno. De 10 espectáculos, tres son de bolero. La bachata que se oye actualmente está relacionada con él. El bolero es vital para la música desde sus inicios hasta hoy».

No siempre es fácil la unión de artistas cuando hay brechas generacionales, ¿cómo han abordado este aspecto?
G: «Es evidente el contraste entre dos corrientes, la forma de interpretar de Los Hermanos Rodríguez, que es la tradicional y la mía como cantante romántico de hoy, con las influencias de mi generación y un fraseo moderno».
LHR: «Gian canta muy bien, tiene escuela y es un muchacho muy preparado, pero su estilo de cantar es diferente al del bolero, así que hemos tratado de que se adapte al fraseo del género, en la intención y en los tiempos y lo estamos logrando».

¿Ven en Gian Faraone a un heredero de su legado?
LHR: «Sin duda, tiene cualidades vocales y musicales extraordinarias para serlo, además de la pasión por el género que es fundamental, las voces de los tríos, su admiración por Los Panchos y la interpretación con guitarra. Además de eso, ha estudiado y es disciplinado, un verdadero ‘crooner’. Nos entusiasma que un joven como él quiera retomar este estilo».
G: «Sus palabras son un gran compromiso para mí. Como artista estoy empeñado en traer de vuelta y reinventar estos clásicos y llevarlos al siglo XXI, a eso me he dedicado los últimos 15 años. Para mí es un gran honor acompañar y aprender de estos grandes embajadores de la canción romántica».

¿Qué consejo le pide a Los Hermanos Rodríguez?
G: «¿Cómo han hecho para mantenerse cantando durante 50 años? Su longevidad es admirable. Los artistas somos seres sensibles y susceptibles a múltiples variantes que nos pone la vida y eso puede desembocar en que abandonemos la carrera. Mi curiosidad va encaminada a eso; por supuesto también hacia cosas más técnicas que tienen que ver con la elección de los temas; entre otros aspectos. Personalmente, tengo 30 años, soy soltero y estoy comprometido con este oficio, así que a veces les pregunto si vale la pena dejarlo todo a un lado por un sueño, poner en un segundo plano la familia, el tener una esposa, el tratar de establecerme en algún lugar; esa ecuación de realización que la sociedad vende como el gran proyecto de vida para un hombre maduro o concentrarme en la carrera».

¿Cómo se supera el despecho?
LHR: «El amor tiene sus altas y sus bajas y si alguien está dispuesto a amar también tiene que estar preparado para que las cosas no salgan bien. Es parte de los avatares de la vida. En un momento podemos estar enamoradísimos y, de repente, sufrimos un desencanto y ahí viene el despecho. El bolero es el refugio perfecto, la música es el refugio perfecto. Si quieres llorar, llora cantando un bolero. Si tienes la esperanza de recuperar ese amor, cántale un bolero. El mejor elixir para un despecho es cantar un bolero».

Fuente Estampas

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