Casa Veroes, Caracas, Venezuela, chefs venezolanos, cocina
Caracas sigue siendo una ciudad que esconde secretos, historias y maravillas.
Entre esos rincones, en el centro de la capital, en medio de ministerios, casas de cultura y oficinas está la Casa de Estudios de Historia de Venezuela Lorenzo Mendoza Quintero, que cuenta con exposiciones variadas, un hermoso patio interno con un suelo de mosaicos de colores que merece fotos para las redes sociales y, al pasar a través del arco de la puerta que lleva al jardín, el tiempo se detiene. Al atravesarlo, las sillas reclinables de madera y cuero, le brindan descanso a señores de la tercera edad que a diario van a leer el periódico y al fondo, a mano derecha, está un restaurante que, sin importar quién lo regente, brinda felicidad a quien se sienta en su mesa para comer los platos que entusiasman al venezolano.
Casa Veroes, hasta hace casi un año fue del chef Edgardo Morales quien ahora cocina en otras latitudes y quien durante su último año de gestión, se encargó de hacer diversos festivales regionales donde cocineros de todas partes del país, conquistaron a los caraqueños con los sabores de dónde venían.
Edgardo migró pero primero se preocupó por dejar el sitio en buenas y sabias manos. Apostó por la nueva generación que todavía cree y quiere trabajar en el país y lo vendió a una dupla consolidada como el tachirense Gabriel Castañeda (27) y el caraqueño Juan Hernáez (26).
Ambos hicieron carrera en distintos lugares pero coincidieron en el Cega, espacio por excelencia en Venezuela para quienes quieren aprender a especializarse bien en cocina criolla. De ahí en adelante, la amistad continuó, trabajaron en Alto con Carlos García y las ganas de emprender juntos siempre estuvo latente aunque se separaron por un tiempo para hacer experiencia en otros países.
A casi un año de haber tomado las riendas, la propuesta se mantiene: cocina venezolana. Algunos ingredientes se han incluido como el solomo, la punta, diversos cortes de pescado, pasta con chipi chipi, pasta con sardinas, etc. y, aunque al inicio cambiaron platos de forma radical y el público lo recibió bien, la siguiente vez volvían por los platos clásicos. Por eso, mezclaron lo original más lo novedoso y el resultado fue fantástico: comida de siempre pero aún más sabrosa y según palabras de los cocineros, con muchísima técnica en las cocciones y preparaciones. Casa Veroes tomó otro nivel.
“Las recetas son típicas con nuestro toque”, confiesan y agregan: “Le hemos puesto más técnica a las cosas. Hemos incluido más cortes de pescado. Antes podría haber sido más casero. Ahora es más refinado pero igual de sabroso”.
En este espacio hay conciencia de cada cosa que se compra y se calcula para que nada sobre ni se deseche. Hacen cocina de mercado, se adaptan a los productos frescos que se consiguen y la mata de mango del jardín, cuando es temporada “la tienen azotada”, al punto que se podría llamar no kiometro cero sino kilometro -3 y, aunque cocinan todo lo que ahí se consume, tienen dos proveedores bien importantes para ellos: Productos Casabitos Montero que elabora las Catalinas Sifrinas, un trocito de dulzor que encanta a la gente y las conchitas de arepa pelada de Argenis que es quien los surte.
Para estas navidades estarán abiertos hasta el viernes 23 de diciembre y volverán el 6 de enero. El plan es ofrecer algunos platos navideños venezolanos y, por decisión de ambos cocineros, las hallacas serán caraqueñas.
Entre los platos que los comensales no se cansan de pedir están la polvorosa de pollo, las pastas y los tequeños que vale acotar ambos platos se producen por completo en casa.
Las cosas por su nombre
Juan y Gabriel se preocupan por darle valor a cada bocado que proponen en Casa Veroes. Por eso, empeñados en usar productos venezolanos de calidad, recorren cada vez que pueden el país para conectar con los productores regionales y a su vez, apoyar las denominaciones de origen o que por lo menos cada ingrediente sea llamado por su nombre correcto.
La cara de la sala
El trabajo en equipo y el buen servicio dominan en Casa Veroes. Una cocina abierta puede ser muy linda por generar una experiencia interesante para el comensal al observar todo el proceso de su pedido mientras el equipo de cocina trabaja en orden y sin “abollarse” pero, no es fácil. Trabajar bajo presión, cumplir con los tiempos y que el plato llegue en su punto y en la temperatura correcta es todo un reto. A esto se le suma el grupo de mesoneros que desde hace años atiende este restaurante y que con agilidad están pendientes de cantar la carta con elegancia y sencillez sin que falte nada en la mesa.
Si deseas reconciliarte con Caracas, hacer un poco de paseo cultural y cerrar con un almuerzo memorable, entonces tienes que hacerlo en Casa Veroes para pasear por uno de los mejores secretos del centro de tu ciudad.
Coordenadas para descubrir secretos:
- Lugar: Casa de Estudios de Historia de Venezuela Lorenzo Mendoza Quintero, Jesuitas a Veroes Nº 53, Bulevar Panteón, Altagracia. Centro. Caracas, Venezuela
- Horario: lunes a viernes de 11:30 a 3:30 pm
- Instagram: @casaveroes
- Reservaciones: +58 212 564 7457
- Mail: casaveroes@gmail.com
Fuente El Estímulo
Casa Veroes, Caracas, Venezuela, chefs venezolanos, cocina
Originally posted 2016-11-16 16:08:01.