Arianna Arteaga Quintero, periodista de viajes

Quienes la siguen la han visto emocionarse con la majestuosidad de los tepuyes, andar a sus anchas en las costas venezolanas o fotografiar los llanos del país. Viajar fue el recurso que eligió Arianna Arteaga para expresar su autenticidad y narrar, en primera persona, lo que considera que merece ser contado de sus travesías. Y si bien se ha dado a la tarea de recorrer el país de extremo a extremo y dejar registro de sus andanzas a través del blog y las fotografías, las redes sociales no eran su fuerte hasta hace muy poco tiempo. Ella se decidió por Instagram para dar a conocer su labor. Por esa vía comenzó una nueva etapa en su carrera y ahora forma parte del proyecto 3 TravelBloggers, plataforma transmedia que se nutre del contenido generado por blogueros de viajes profesionales, que la ha llevado a Bogotá, Lima, Galápagos, El Salvador, Cali y Manaos. “Todos los trabajos que me han salido afuera han sido por mis redes sociales. Para el primer proyecto que me llevó al exterior me contactaron por Instagram y yo no terminaba de creerme que me estuviese pasando”. Arteaga considera que ese es un buen indicio de la calidad y el empeño que le pone a la labor hecha en su propia tierra, pero también supone la entrada a un universo que siempre le había resultado indiferente: el de las redes sociales. “Mi relación con la tecnología era bastante choreta. Nunca tuve Messenger. Mi blog La Pequeña Comeflor nació mientras hacía un viaje por Argentina. Me abrí el fan page en Facebook por la insistencia de uno de mis jefes. Mi Instagram vio la luz gracias a Michelle Dernersissian y allí dreno mi lado millenial con los InstagramStories”. Su cuenta @arianuchis tiene casi cien mil seguidores y es un paseo visual para quienes, como ella, atesoran paisajes y anécdotas de viajes: “Cuando empecé a promover destinos internacionales temía que mi público me castigara por eso. Y más bien les da alegría verme en otros lugares representando a Venezuela. De hecho, 80% o 90% de mis seguidores se encuentran en otros países y siento que son personas con necesidad de ver cosas luminosas de esta tierra”.

Su incursión en esas plataformas le ha traído muchos aprendizajes, pero también la certeza de que la ética periodística se mantiene y practica incluso en el mundo 2.0. “Con 3 TravelsBloggers he aprendido a manejar nuevas herramientas, pero ha sido muy intuitivo. Todo viene desde mi impulso por compartir. Me considero periodista, fotógrafa y viajera, y cuando te traes tu ética de trabajo a las redes sociales te evitas un montón de cosas. No te mueves por el dinero, sino por la ética”.

Para quienes, como ella, desean mostrar su pasión en las redes recomienda ir más allá de subir una gráfica y hacer uso de una narrativa propia. “Hay que ser gente, ser empático. Cuando empiezas a contar la historia de tu foto la gente se da cuenta de que hay un ser humano, y eso genera conexión”.

“Soy periodista de viajes porque tengo la necesidad de relatar lo que veo y siento cuando salgo”

En Instagram: @arianuchis