Angelo Calcagno, un barbero venezolano caído del cielo

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Un par de tijeras, una sillita y un gran corazón son los únicos implementos con los que Angelo Calcagno Cabrera -un joven venezolano con 12 años en Italia- salió a la calle un día decidido a ayudar a los más necesitados. Hoy es conocido como un ángel que cayó del cielo para convertirse en el barbero de los indigentes.

Es oriundo de Puerto Ordaz, pero con solo 15 años abandonó Venezuela en compañía de su madre. Primero estuvo en Australia, pero por cosas del destino terminó en el país que vio nacer a su papá: Italia.  

Nunca se imaginó ser barbero, de hecho, antes de descubrir su pasión por las tijeras trabajaba en la construcción de yates en Savona, la ciudad donde ahora vive. Pero quizás la profesión de su esposa y madre de su bebé de siete meses fue lo que le despertó interés. “Mi pareja es peluquera y yo le decía que alguna vez iba a aprender a cortar pelo como ella”, cuenta Ángelo a Rootsalad.

“Yo no me desperté diciendo que iba a ser barbero. Mi pareja me decía que probara y poco a poco me fue gustando”, explica el joven de 25 años.

Así fue como decidió inscribirse en una escuela de peluquería en Génova, donde ha aprendido las técnicas básicas del corte para caballeros y solo le quedan cuatro meses por terminar.

El barbero de los indigentes

Europa es un continente hermoso, con el que todos los latinoamericanos soñamos con visitar por lo menos una vez en la vida. Recorrer calles con historia, descubrir las costumbres del “primer mundo” y deleitarse con la buena comida son experiencias inolvidables para cualquier turista.

Sin embargo, la otra cara de la moneda muestra una Europa llena de pobreza con personas en la calle, que no tienen dinero para un techo ni mucho menos para hacerse un corte de cabello.

“Aquí hay mucha gente sin casa y sin trabajo, así que pensé: ¿Por qué no ayudar a la gente haciendo lo que me gusta?”, explica Ángelo.

Así fue como un día después del trabajo salió a la calle con una sillita, un par de tijeras y un gran corazón. Su misión: cortar el cabello a las personas necesitadas.

“Al principio me fue mal, porque la gente aquí es muy cerrada. Algunos incluso me trataban mal y me decían que ellos no estaban necesitados, pero no era más bien por orgullo”, recuerda.

Decidido a no rendirse, comenzó a pensar en la manera de acercarse a estas personas y recordó que esta situación puede tocarle de cerca a cualquiera, incluso a él. “Tengo un familiar que vive en la calle. No consigue trabajo y aunque estuvo viviendo en mi casa un tiempo hace poco decidió marcharse”, explica.

Ángelo habló con su familiar y este le explicó como conversar con las personas como él, como ganarse la confianza de personas desconocidas y que además están pasando por una situación muy difícil y así fue como regresó dispuesto a cumplir su misión.

“Las razones por las cuales estas personas hoy viven en la calle son muy variadas y no podemos juzgar a nadie. Algunos tienen problemas con su familia, otros perdieron el trabajo y se quedaron sin nada, otros se han separado de sus parejas y aunque tienen años pidiendo ayudas no encuentran la forma de volver a llevar una vida normal”, señala.

El poco dinero que los indigentes tienen es para gastarlo en comida, en alcohol o en el peor de los casos en droga.

La peluquería es un lujo que no pueden permitirse y por eso Ángelo, después de trabajar 10 horas, sale a la calle con sus tres implementos a ayudar.

“Hazme bonito”

Una vez ha entrado en confianza, Ángelo sienta a la persona en la sillita y le pregunta qué corte quiere que le haga en el pelo. “Tú eres el que sabe. Hazme bonito”, es la respuesta más común.

Otros prefieren prevenir: “Córtame todo el pelo, porque no sé cuándo pueda volverte a ver”. Eso sí. La barba es sagrada y solo puede “rebajarla” o darle forma.

Para Ángelo, la experiencia ha sido muy gratificante. Tanto, que al poco tiempo en las calles decidió pedir ayuda a la organización de ayuda humanitaria Cáritas para atender a más personas.

“Mi máquina no resiste tanto después de 10 horas en el trabajo; además, cortar pelo en la intemperie es difícil por el viento y ni siquiera sé si está permitido, aunque nunca he tenido problemas legales”, aclara.

La ONG tardó en responder y fue un periodista que Ángelo conoció en la calle quien le ayudó a ser tomado en cuenta. “El periodista me dijo que le fascinaba mi historia y que iba a hacer lo posible porque me ayudaran. Al día siguiente recibí una llamada del director de Cáritas para decirme que iban a dejarme un espacio para cortar el pelo allí”, explica.

Desde hace dos semanas, Ángelo tiene montada su peluquería para indigentes en un pequeño salón dentro de una iglesia. Allí dispone de una toma eléctrica para conectar la maquinilla, agua para lavar los implementos y un espejo, que sin duda facilitan su gran labor.

Todos los lunes de 4:00 a 6:00 de la tarde recibe personas necesitadas y les deja “de punta en blanco” mientras aprovechan para comer algo.

“Tienes que ver la cara de felicidad con las que todas las personas salen de aquí. Es algo increíble, es hermoso”, explica Ángelo.

“Hace poco conocí a Orlando, un hombre que fue a España a trabajar pero no pudo aprender el idioma, por lo que tuvo que regresar a Italia, donde había perdido ya todo. Cuando le corté el pelo me abrazó, me dio las gracias y a mi hasta me dieron ganas de llorar”, cuenta.

Ir creciendo Piano a Piano

La nueva misión de Ángelo es extender su iniciativa por otras ciudades de Italia, incluso en el resto de Europa.

“Me gustaría encontrar algunos peluqueros voluntarios que me ayuden cuando yo no pueda. Pero hay que comenzar Piano a Piano”, señala el joven.

Ya ha recibido llamadas de Suiza y otros países de Europa, y él solo les anima a hacerlo también allí.

“No hay que pensar únicamente en el dinero, porque hay muchas personas necesitadas en el mundo y yo también he pasado muchas necesidades. Solo le doy gracias a Dios y le pido todos los días que me permita seguir ayudando”.

Para Ángelo, ayudar a las personas sin hogar no tiene precio, mucho menos cuando se es un ángel que se ha caído del cielo para convertirse en el barbero de los indigentes.

Fuente Rootsalad

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Originally posted 2016-07-29 15:36:38.