Andrés Marquina y su plan para emigrar

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El primero de mayo de 2015, día del trabajador, fue también el día en el que el trabajo de Andrés Marquina se lo llevó del país, y de su Maracaibo querido.

–Yo había comenzado el plan de ida como tres años antes de irme. Comencé a ahorrar, a buscar opciones sobre a qué país migrar –cuenta Andrés vía telefónica desde Miami, Estados Unidos. Se encuentra allí por negocios. En realidad, hoy Andrés vive en México D.F. A esa ciudad se mudó junto a su esposa e hija el año pasado.

Entre muchas historias de emigración, la de Andrés podría destacar por haber sido una bien calculada, pensada y sopesada. Salir de Venezuela fue para él un paso hacia poder manejar con mayor facilidad sus negocios en el exterior y, además, una forma de expandir con mayor rapidez los horizontes de su pasión: el marketing digital.

La era digital

Desde los 20 años tengo agencias de publicidad. La primera agencia que tuve era una agencia común, donde se pautaban artes en prensa, revistas, radio, etc. Hasta que hace ya 10 o 12 años, vi la oportunidad  de negocio en la parte digital, en las redes sociales.

Esa, su primera agencia, evolucionó rápidamente hacia el marketing digital y comenzó a ofrecer a sus clientes desarrollos web y estrategias de mercadeo. “Hicimos toda la cobertura digital a eventos como la Feria de la Chinita. Por allí comenzó todo”, enfatiza Andrés.

En Venezuela, Andrés se graduó de ingeniero en computación y además es publicista. Después, a propósito de su interés por el marketing digital, obtuvo una especialización en Online Music Marketingde la universidad de música de Berklee  en Boston, Estados Unidos.

Vi que había un nicho virgen: el marketing digital musical. Entonces, monté una agencia digital que se llama Estéreo Marketing. Allí comenzamos a trabajar con clientes como Caibo, Ronald Borjas y poco a poco fue creciendo.

Cuatro años después de su creación, Estéreo Marketing cuenta ya con 25 clientes por toda América Latina. De Venezuela, señala Andrés, asesoran a artistas de la talla de Oscar De León, Rafael “El Pollo” Brito y Víctor Muñoz.

Direct-to-fans

El éxito que hasta ahora ha tenido Estéreo Marketing, explica su dueño, se debe a dos cosas: haberse enfocado en el nicho musical y a lo que él mismo denomina ofrecer un servicio “impecable”. La diferencia frente a la competencia de la región: el acercamiento a la estrategia Direct to Fans, o direccionado al fanático.

–Nosotros establecemos objetivos del artista. O sea, determinamos qué es lo que queremos activar en las emociones de los fanáticos y, con base en eso, generamos contenidos, campañas. No solamente posteamos “El Pollo Brito se va a presentar en Barquisimeto”. Nos caracterizamos porque tenemos mucha interacción con los fanáticos, pues ellos son la base de un artista.

De hecho, comenta Andrés que en  Estéreo Marketing,  más que administrar redes sociales, se asesora a los artistas sobre el uso correcto de estas herramientas tan poderosas para así generar influencia.

Muchos artistas piensan que es solamente subir la fotico o informar que se van a presentar en tal lado, pero a las redes sociales se les puede sacar mucho más jugo – explica el marabino–. A través de ellas se pueden impulsar ventas, aumentar la base de fanáticos y que eso aumente en ventas para el artista. Nosotros nos caracterizamos en que estamos enfocados en estrategiasDirect to Fan –señala y continúa–: Todo lo que el artista publica tiene como fin que el fanático se sienta atendido e identificado. Y el trabajo que hemos hecho se muestra con resultados”, concluye.

En efecto, la fama que ha ganado su emprendimiento de los últimos cuatro años, tanto dentro como fuera de Venezuela, parece haber rendido buenos frutos.

–Todo ha sido por referencia. Nos enorgullecemos de que solo durante el primer año buscamos clientes. En los siguientes no ha sido necesario, han llegado solos, por referencias.

Pero, a pesar del éxito de Estéreo Marketing, una vez fuera del país, los proyectos de Andrés no se concentraron, sino todo lo contrario. Desde México encontró la manera de crear otras dos agencias que cumplieran con su objetivo de atender el marketing digital en distintos rubros.

En noviembre de 2015 creó, junto al también venezolano (radicado en Atlanta, Estados Unidos) Omar Chacousse, la agencia Champions Media, orientada hacia la asesoría de marketing digital para clientes del ámbito deportivo. Mientras que, a principios de 2016, nació Hook+Bridge,  agencia que ofrece el servicio de manejo de huella digital (redes sociales, posicionamiento web en buscadores y estrategias de e-commerce) a clientes netamente norteamericanos.

Quedarse o crecer

Me fui de Venezuela porque simplemente la vida cada vez se hacía más dura –sostiene Andrés–. Yo no me podía quejar porque a la agencia iba perfecto, pero uno se siente como atrapado. Todo es lento, todo es cuesta arriba, la situación económica.

Además de eso, explica que su decisión se basó en temas de crecimiento corporativo.

–Lo que me cuesta irme a Miami desde Venezuela son unos $300 o $500, mientras que desde México me cuesta a veces hasta menos de $100. Obviamente quería tener ingresos en dólares con clientes de afuera y constantemente uno tiene que estar visitándolos, haciendo relaciones, buscando hablar para conocer posibles socios. Desde Venezuela era casi imposible, primero por lo dólares y segundo por los altos costos de los pasajes –explica.

 

Así, México fue su destino ideal. No solo por su ubicación geográfica, sino también por el costo de vida y por tener trámites migratorios más sencillos.

–Lo utilizo como un trampolín –señala Andrés–.Quizá en un año o dos me mude para Miami o Colombia. Decidí que México era un buen punto de partida para un nuevo ciclo de vivir fuera de Venezuela.

Para el venezolano, su nacionalidad la demuestra a la hora de trabajar. “Uno lleva el nombre de su país con los actos. Y qué mejor forma de hablar bien del país que haciendo un buen trabajo”. No obstante, regresar a Venezuela no está a la vista en su agenda personal.

–No lo tengo en la mente. De hecho, ya estoy en proceso de traerme a varias personas que trabajan conmigo desde Venezuela, para establecer ya oficialmente las oficinas en México y que este sea el centro de todo el movimiento. Porque, lamentablemente, Venezuela se ha ido poco a poco deteriorando y pasarán muchos años para que mejore –opina y enfatiza–: Hasta ahorita no tengo pensado volver o establecer o profundizar la empresa allá en Venezuela.

La historia de Andrés ejemplifica la sopesada decisión que para muchos venezolanos implica salir de su país natal, salir de su zona de confort. En su caso, emigrar fue cualquier cosa menos una decisión tomada a la ligera, sencilla ni mucho menos improvisada.

Hoy día Andrés Marquina se presenta como “maracucho”, con un tono orgulloso en la voz. Extraña el queso zuliano y la parchita entera, diferente a la pulpa preempacada que venden en el D.F. Aunque hasta ahora considera que su futuro y el de los suyos no está en Venezuela, deja un espacio para que su trabajo hable de su país, mientras espera la calma para regresar a su Zulia querido.

Fuente Analítica

Originally posted 2016-07-13 15:04:12.