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El valor de dar es, sin duda, uno de los valores que hemos escuchado desde nuestra más tierna infancia. Dar es simplemente entregar algo sin obligación, con amor y no por responsabilidad. Este valor lo aprendió y lo vive en carne propia, Ana Isabel Otero, directora de Analiticom, gracias al amor de ser madre y de liderar el movimiento Comparte por una vida
Como podemos incentivar y enseñar a nuestros hijos sobre lo vital de dar, quise que nuestras familias en el marco de la Navidad, se unieran para que pudiéramos aprender sobre ese valor.
Nos reunimos un viernes bastante acontecido: mi hijo menor (August) tenía una pijamada en el colegio y mi idea era cambiarlo para llegar todos bonitos al encuentro. Esa idea se esfumó ya que decidió ir con su pijama de Capitán América, mientras Ryan iba emocionado porque cocinaría.
Llegamos a las instalaciones del Hotel Gran Meliá Caracas temprano y comenzamos a organizar todo junto a la pastelera, María Fernández mientras esperábamos la llegada de Ana Isabel. De repente, una mujer muy delgada y alta llegaba acompañada con un pequeño que miraba a su alrededor, sin entender hacia dónde iba. Ese niño es Felipe, el hijo de Ana Isabel y el motor que hizo despertar el valor de dar.
Primera lección Nos dispusimos para preparar unos deliciosos ponquecitos sin gluten. Primero le di un delantal de mi hijo August a Felipe para que no se ensuciara. Cosa que no le gustó a mi hijo menor ya que no lo quería prestar. El hecho de dar no se impone. El primer paso es compartir lo que tienes. Estos son detalles sencillos que en casa se pueden trabajar poco a poco.
Se aprende sin darse cuenta
Mientras hacíamos la receta, nos sorprendimos con Felipe y Ryan por cómo se involucraron en la preparación. Mientras tanto, August esperaba que estuvieran listos para comérselos. Esta fue una experiencia que, además de divertida, recalcó un trabajo que hago con frecuencia con mis hijos. En esta oportunidad participaba Ana Isabel quien cocinó junto a Felipe y donde pudimos ver los resultados de ambos: el pastel de Felipe bien decorado mientras que el de su mamá se ensució y quedó torcido. Al final ella reía y se mostraba orgullosa por la hermosa creación de su retoño.
Reflexión familiar Disfruten de todas las actividades que hagan en familia y no intenten ser perfectos. Este es un tema álgido para las mamás y los papás pero, somos seres humanos y los niños lo deben de entender. En mi caso particular, comparto que mi hijo August es un niño muy estructurado, no le gusta equivocarse pero, en la vida te caes y eres tú quien decide levantarse. Lo importante es continuar y por eso le enseño que las mamás también cometemos muchos errores y de ellos aprendemos.
¿Cómo nació Comparte una vida?
“Comparte una vida” nació un domingo en que salió publicado un artículo que decía que los bebés del Hospital J.M de Los Ríos no tenían qué comer. Ese día, el corazón de Ana Isabel se arrugó pues se planteó la posibilidad de estar en esa situación con su hijo Felipe.
Decidió contactarse con la periodista que había escrito el artículo, le pidió que la llevara y al llegar quedó muy impresionada con las instalaciones del centro de salud. “Vi madres desesperadas y me entró un sentimiento de culpa porque mi hijo sí tenía qué comer. Esa experiencia cambió mi vida. La verdad es que ahí fue que sentí por primera vez lo que muchas personas decían: que si eres madre de uno, eres madres de todos. Así que no podía quedarme de brazos cruzados y lancé una campaña por redes sociales que se llamaba: comparte una vida”, comparte Otero.
Dicha campaña consistía en tocarle la fibra a las madres del país, moverlas a querer dar algo para ayudar. Llevar a su oficina un pote de leche, tetero o algo que ayudara a que esos bebés no murieran de hambre. Con los ojos cristalizados, los hombros caídos y con un tono de voz suave confesó que ella jamás pensó que alguien le llevará un pote de leche, ni siquiera.
Para su sorpresa, al día siguiente, sin tener una hora de haber abierto su oficina, el piso estaba lleno con productos y no paraban de llegar más. Con orgullo dice que todavía no paran las donaciones. Eso hizo que no solo ayudara al J.M de Los Ríos, sino que ahora se ha dedicado a viajar por el país ayudando a tantas madres que con dolor no tenían cómo darle un tetero a sus bebés.
Para el mes de agosto ya había llenado más de 15 mil teteros. Esta causa que traspasa fronteras, inició por el amor que Ana le tiene a su pequeño Felipe, a quien lo integra en la medida de lo posible y dice: “Es muy pequeño para llevarlo a los hospitales, pero si le explico mucho, especialmente que todo el mundo puede hacer algo si lo quiere y trabajamos el dar, con niños que piden en la calle, por ejemplo”.
Tan cerca y tan lejos
Ana Isabel recordaba que de niña, su familia siempre le inculcó valores, pero jamás la sacaron de casa, por lo que desconocía la realidad de la persona que tenía al lado. Ninguna madre desea que sus hijos sufran y quieren que desde pequeños sean felices, pero, la verdad, debemos romper la barrera: cada familia a su medida.
Todos somos únicos y comenzar a enseñar a nuestros hijos sobre la realidad, la importancia de dar al otro y también agradecer marca la diferencia. Cuando tienes contigo a más de 100 empleados jóvenes, no puedes dejar pasar la oportunidad de preguntarle a Ana Isabel cómo es la mejor forma de comunicarnos con esta nueva generación, con el fin de enseñarles valores.
“Lo primero es que no estamos comunicándonos con los canales correctos, lo que hace que se pierdan los mensajes en la vía. Estos niños son nativos digitales, así que debemos usar esas herramientas para llegarles. En mi caso no le suelo quitar la tecnología a mi hijo, pero sí lo ayudo a entenderlas”, apuntó.
En cuanto al futuro de las acciones de Ana Isabel Otero para seguir dando apoyo a otros nos dijo que tiene muchas ideas, pero desea sentar bases con Comparte una vida para que siga evolucionando y así poder pasar a otras acciones.
No me queda más que desearles una Feliz Navidad y reitero que el cambio no se debe dar en masa. Cada uno aportará su grano de arena con su familia, sobre todo con sus hijos, que son el futuro de nuestros país. Recuerden disfrutar al máximo lo que tienen y compártanlo.
Fuente El Estímulo
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Originally posted 2016-12-23 16:16:05.