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Pese a que los ingredientes pueden variar de país en país, la globalización nos ha permitido viajar de un lugar a otro con solo saborear un bocado que nos transporte al lugar y momento exacto que todavía nos acurruca
La magia de recordar un lugar, bien sea a través de la música, de la gente, de su cultura o de los sabores, nos conecta directamente con el recuerdo que más nos gustó de nuestra infancia o juventud. Todos estos, fueron tiempos añorados de aquellos que han crecido en estas tierras y ahora, mantienen vivo el recuerdo a través de un plato.
Aquí te mostramos apenas algunas de esas sabrosas remembranzas dignas de ser reproducidas aquí y en la China. En especial para nuestros amigos que desde afuera nos leen y tienen antojo de comer como en casa. Además, podrás hacer click en cualquiera de los nombres de estos platos emblemáticos y accederás a las recetas de nuestro chef Víctor Moreno.
El pabellón es un plato tradicional de origen venezolano, que está compuesto por arroz blanco, carne desmechada – generalmente condimentada con ají dulce, cebollas, cebollín, cilantro, ajo y onoto- caraotas negras y en muchos casos con tajadas –de plátano maduro-.
Bien sea a caballo, vegetariano, con baranda, margariteño o con arepas, el pabellón criollo es el plato nacional más reconocido de la gastronomía venezolana. Sus versiones, por más diversas que sean, tienen el poder de recordarnos lo sabroso que puede llegar a ser, por más lejos que estés.
En el mundo existen muchos tipos de empanadas, pero en Venezuela, se hacen con masa de maíz para luego freírlas. Son clásicas las que están rellenas con queso, cazón, carne, jamón, pollo, plátano con queso y caraotas, etc. En definitiva, comer empanadas puede convertirse en un verdadero viaje trascendental a las costas venezolanas o el recuerdo de las mañanas apuradas en el colegio y la universidad. Lo mejor de todo, es que puedes rellenarlas con lo que más te guste, aunque sabemos que los clásicos prevalecerán en el tiempo.
Las arepas se han convertido en obsesión nacional e internacional. Con la diáspora venezolana, ahora puedes conseguir unas buenas arepas casi en cualquier esquina del mundo. Muchos aseguran que fue originalmente creada por los colombianos, algunos dicen que por los venezolanos, pero en Bienmesabe eso nos tiene un poco sin cuidado, ya que, tal como lo afirma la antropóloga Ocarina Castillo, ambos países han compartido a lo largo de la historia, un nexo cultural que permanece hasta nuestros días. Lo que sí tenemos los venezolanos, es la ingeniosa forma de rellenarlas. Las hay de perico (sofrito criollo con huevo revuelto), carne, pollo, queso e infinitas combinaciones que solo harán de ti, una persona más feliz, estés en Venezuela o en cualquier parte del mundo.
Usualmente se preparan para fiestas y funcionan a la perfección como pasapalo. Sin embargo, para los venezolanos esta exquisita fórmula de masa de harina de trigo y queso (entre otros rellenos) es más que un bocado, ya que representa el contenido real de la fiesta o del encuentro.
En este sentido, los tequeños son sagrados. Todo aquel que se atreva a mencionar este plato de forma impertinente podría ser calificado como “apátrida”. De seguro existen venezolanos que no les guste el tequeño, pero muchos de ellos prefieren mantenerse en el anonimato por razones obvias.
Este es un plato preparado especialmente en navidades y por eso, con más razón, nos transporta a nuestros momentos más felices junto a familiares y amigos en noches que rememoran el brillo y la abundancia. Hoy, cualquier venezolano que se respete, sabe que una navidad o año nuevo sin hallaca, está incompleto.
Estas maravillas a base de maíz dulce son la razón de nuestros mejores recuerdos en Venezuela. Nada como una buena cachapa con queso de mano o pernil. Lo cierto, es que la combinación de lo dulce con lo salado a los venezolanos les encanta, y mientras tengan este manjar a su disposición aquí o en Pekín, la vida será más dulce y hermosa.
Los cachitos representan la salvación matutina de todos los venezolanos que en algún momento de sus vidas, se encontraron con la magia de un café y un cachito de panadería recién hecho para empezar el día. El cachito, pese a que muchos lo consideran un producto de origen portugués, existe y solo existe, gracias a una panadería venezolana. Por eso y por más sabores icónicos, hoy y siempre, recordaremos al cachito como lo que es: un increíble desayuno y el resuelve más suculento y más suave.
Fuente El Estímulo
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